Esta mañana se ha escrito un nuevo capítulo en la historia del Hotel Guadalpín Banús, que no es un establecimiento cualquiera, sino uno de los de
cinco estrellas del municipio.
En
concurso de acreedores desde 2009, en los últimos años se ha visto afectado por el conflicto entre la empresa explotadora Grisoma y algunos de los propietarios de parcelas donde se asienta el hotel.
Dos de ellos,
SPV Spain Project 17 SLU y
Caja Rural de Granada llevan tiempo reclamando para recuperar su parte.
Los trabajadores ya lograron
parar las órdenes de desalojo en noviembre de 2021 y en mayo de 2023, pero no pudieron evitarlo unos meses después,
en julio.
En octubre, una decisión de la titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga concedió la
explotación completa a Grisoma y todo parecía arreglarse.
Pero, recientemente, daba
marcha atrás tras un recurso de las dos propietarias y fijaba otro lanzamiento de desahucio para este jueves por la mañana.
Desalojo
Y hoy se ha vuelto a
consumar el cierre de cerca de medio centenar de habitaciones más zonas comunes como el aparcamiento, los restaurantes y las cocinas, entre otras.
Sin estas últimas instalaciones, la viabilidad del hotel se complica y ahora le tocará otra vez a la explotadora decidir
si cierra o reduce plantilla.
Ahí es donde surge en drama laboral de muchas familias, en concreto las de los
180 trabajadores del establecimiento, que esta mañana han mostrado su indignación.
Ha contado con el apoyo de los concejales del PSOE
José Bernal y Antonio Párraga, de la coordinadora de IU
Victoria Morales y de la concejala y diputada provincial del PP
Francisca Caracuel.
Los representantes de los trabajadores, atendiendo a los medios de comunicación.
Trabajadores en lucha
La presidenta del comité de empresa,
Jacqueline Largacha, ha dicho que se encuentran "en shock" y ha anunciado que seguirán "luchando".
"No vamos a dejar que el hotel se cierre, continuaremos como podamos,
no ha habido justicia para nosotros", ha lamentado ante los medios esta mañana.
Ha reconocido que "quitándonos
cocinas y terrazas quedamos muy tocados y es complicado seguir".
"Vamos a continuar, no sabemos cómo, pero vamos a continuar, iremos contra todas las personas que no están haciendo esto", ha avisado.
"Las cocinas tienen su dueño y ahí está su propietario con las escrituras, pero no lo han querido escuchar", ha lamentado.
Ha lamentado la
falta de apoyo de la Junta. "Exigíamos que Turismo estuviera aquí y nos ha fallado", ha dicho.
Ahora, los trabajadores deberán esperar las instrucciones de la empresa explotadora, mientras se dirime también la
batalla judicial.
La empresa Grisoma había solicitado medidas cautelares para evitar el desalojo ofreciendo una caución (fianza), pero la juez las rechazó, por lo que han recurrido a la Audiencia de Málaga.
Además, hay que querella contra cuyo sobreseimiento también ha sido recurrido a la instancia provincial.
Dispositivo policial
La Policía Nacional ha desplegado un amplio dispositivo para acordonar el hotel en torno a las
5 de la mañana y evitar la entrada de los trabajadores de las zonas que se iban a cerrar.
Sobre las 10:00 horas, el momento previsto, ha llegado la
comitiva judicial que ha procedido a dar cumplimiento a la orden de la jueza de lo Mercantil con el cierre de las mencionadas zonas del hotel.
Desde el establecimiento se asegura que tienen una amplia ocupación, ya en temporada alta, y que se han generado molestias a muchos clientes.
Uno de los huéspedes ha denunciado ante los medios que la Policía lo había echado de la terraza en la que estaba desayunando.