La instalación la tienen que abandonar desde este lunes los usuarios de las actividades municipales y cursos que allí se realizan, muchos de ellos personas mayores.
Así lo ha comunicado la
Delegación de Deportes a través de una nota de prensa en la que dice que estas 450 personas se podrán ir a la piscina privatizada de Miraflores.
El Ayuntamiento no especifica el
motivo del cambio, pero se desliza que son las obras que se van a acometer en la vetusta instalación.
Lo cierto es que esos trabajos
ni siquiera están licitados y pasará tiempo hasta que comiencen.
El problema continúa siendo la
alta humedad del recinto, que había llevado a los usuarios incluso a
plantear protestas.
El pasado
7 de noviembre, el Ayuntamiento anunció el cierre, salvo para los clubes deportivos, por
labores de mantenimiento y comenzó a sondear a los usuarios para recolocarlos en Miraflores.
Después, el 28 del mismo mes, se volvió a
reabrir la piscina, aunque con los mismos problemas, según los usuarios, cuya indignación crecía.
Ahora,
tres semanas después, se vuelve a cerrar, en principio para las personas mayores, porque el comunicado de la Delegación de Deportes no detalla qué ocurre con los clubes.
La gestión del concejal del área,
Manuel Cardeña, está siendo nefasta y se muestra incapaz de solucionar los problemas de esta instalación.
Su partido, y la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, llevan 14 años gobernando el municipio. Ahora se anuncia unas obras que ni siquiera tienen plazo de inicio.
El pasado miércoles, Cardeña
se mofó a través de las redes sociales de los usuarios de la piscina que habían acudido a la protesta por el mal estado de esta instalación.
Al concejal le pareció gracioso que fueran muy pocos, en una mañana en la que llovía intensamente sobre Marbella.
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