El proyecto, por tanto, da así un nuevo paso hacia adelante, que parece definitivo para la construcción de los espigones en el litoral sampedreño.
Se trata de una actuación importante, de 7,4 millones de euros, que tendrá
dos fases, en las que se construirán
6 espigones perpendiculares a la costa.
También se acometerá la eliminación de 5.000 metros cuadrados de
piedras grandes y la aportación de unos 200.000 metros cuadrados de
arena.
La estabilización afectará a las
playas de Guadalmina, Linda Vista y San Pedro Alcántara.
La publicación se ha realizado este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y habrá un plazo para presentar alegaciones hasta el 9 de diciembre.
El proyecto ha estado envuelto en la confrotación política por las
alegaciones que presentó Izquierda Unida en
junio de 2018 y que originó las críticas desde Opción Sampedreña (OSP).
En el verano de 2019 salió a licitación el informe de impacto ambiental, que ya está listo y ahora se someta a exposición pública como último paso antes de realizarse la adjudicación para que comiencen las obras.
Se trata de unas obras que se están haciendo poco menos que eternas, porque fue en
mayo de 2013 cuando se sacó a licitación el proyecto.