El problema de la falta de arena en las playas del municipio, que los temporales devuelven al mar, ha sido
objeto de polémicas en el ámbito político desde hace muchos años.
Tras siete años de
Mariano Rajoy en el Gobierno y los seis que lleva
Pedro Sánchez, parece que se están dando los últimos pasos de un largo trayecto, aunque nunca se puede cantar victoria hasta ver las obras en marcha.
Solo falta un informe solicitado desde el Ministerio de Transición Ecológica a la Subdirección General del
Dominio Hidráulico de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía.
Y es que, para reconstruir las playas de Marbella y San Pedro, se quiere tomar arena de los
ríos Genal, principalmente, y
Totalán.
Por ello, se ha requerido a la administración autonómica que jnforme
sobre el impacto que podría tener en esos cauces la extracción de áridos.
Una vez se tenga ese documento, según ha explicado el subdelegado del Gobierno, se podrán licitar ya
las obras de estabilización previstas.
Son
dos proyectos, en los tramos entre las playas de la Venus y punto del Ancón, en Marbella, y entre los ríos Guadaiza y Guadalmina, en San Pedro Alcántara, que entre ambos suman casi 16 millones de euros.
Largo camino
Con la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno en 2012 se empezaron a hacer promesas sobre los espigones.
El PP presentó el proyecto para la
zona central de Marbella, desde el Puerto de La Bajadilla hasta la playa de Nagüeles.
Aquella actuación se basaba en la premisa de que se hubiera llevado a cabo la también prometida
ampliación de La Bajadilla y la demolición del Puerto Deportivo.
El proyecto elaborado entonces proponía asimismo la
demolición del espigón a poniente del actual Puerto Deportivo y del que separa la playa de La Bajadilla de la de la Venus.
En
septiembre de 2013 le llegó el turno a la estabilización de las
playas de San Pedro Alcántara. Se anunció hasta el nombre de la empresa que tenía 12 meses para redactar el proyecto.
Decía entonces la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, que el Gobierno de Zapatero había guardado “en un cajón” este mismo proyecto cuando estaba en fase de licitación.
Sin embargo, no fue hasta
cuatro años después, en
noviembre de 2017, cuando la ministra de Medio Ambiente,
Isabel García Tejerina, dijo en el Senado que estaba previsto firmar el contrato para la redacción del proyecto para San Pedro y que las obras empezarían en 2018.
En
mayo de 2018, Tejerina visitó San Pedro Alcántara y retrasó el inicio hasta 2019. Aquel día, estuvieron con ella los dos concejales de OSP que un año antes habían hecho una moción de censura a traición para devolver a Muñoz a la alcaldía.
En junio de 2018
cayó el Gobierno de Rajoy y se puso fin a siete años sin que nada se hubiera hecho al final por los espigones de Marbella y San Pedro.
Fue el
Gobierno de Pedro Sánchez el que sacó a licitación en
febrero de 2019 la redacción del proyecto del tramo entre La Venus y el Ancón.
Una vez elaborados los dos proyectos, se sometieron a exposición pública y a informe de
impacto ambiental, trámite este último que ha sido eterno.
Ahora parece que se ve la luz al final del túnel para intentar poner una solución a la pérdida de arena en las playas del municipio de Marbella.
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