El nuevo estadio de Marbella contempla
distintas líneas de negocio de las que ya hemos hablado en artículos anteriores, como un hotel, zona comercial o restaurantes, entre otras.
Pero, hay más, ya que el uso que se le quiere dar al recinto deportivo
no es solo para partidos de fútbol, sino también para lo que se define como "eventos extradeportivos complementarios".
Básicamente, se trata de
espectáculos musicales, que se desarrollarían durante los dos meses que no hay competición deportiva: julio y agosto.
Inicialmente, se prevén hasta
diez conciertos durante el verano, e incluso más, ya se habla de realizar "el máximo posible".
Así consta en la Memoria justificativa que ha presentado el Marbella FC para obtener la
concesión directa de los terrenos donde está el viejo estadio con el fin de levantar uno nuevo y explotarlo.
En ese documento, al que ha tenido acceso
Marbella24horas, se ofrecen todos los cálculos sobre este tipo de ventos.
"Marbella durante los meses de verano representa un
punto estratégico para cualquier 'tour manager' musical internaciona", se señala.
La asistencia a conciertos en el nuevo estadio se cifra en
más de 20.000 personas, utilizando también, como es habitual en estos casos, el césped.
Sería la Fundación del Marbella FC la que se quedaría con los ingresos de los
servicios de restauración (barras y puntos de venta de la arena y gradas) y de
catering (Zonas VIP, Palcos y Staff y Crew del artista).
El
alquiler del estadio se estima en 300.000 euros, que elevarían la previsión de ingresos anuales por estos eventos hasta más de
3,5 millones de euros, mientras que los gastos en cifran en algo más de 2 millones.
Ruido
En la Memoria justificativa, donde se realizan todos estos cálculos sobre los conciertos, no consta ningún apartado que analice el
impacto acústico que podrían tener.
No se puede olvidar que el nuevo estadio, como el viejo, va a estar en
una zona céntrica de la ciudad, rodeada de edificios, con gran densidad de población.
Surge, por tanto, la pregunta, de si podríamos estar ante un nuevo caso como el del
estadio Santiago Bernabéu de Madrid, donde se llegaron a cancelar los conciertos por las quejas de los vecinos este pasado verano.
El club colocó un "escudo acústico", pero en los últimos que se han realizado, como los de Romeo Santos a primeros de septiembre, se volvieron a superar los niveles permitidos.
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