López ha declarado que “una vez que tenemos la seguridad de que las arcas municipales podrán ahorrarse este año 9 millones de euros, no hay motivo alguno que justifique un incremento de este impuesto, y menos aún que se retiren unas ayudas fundamentales para mucha gente en este momento”.
El viceportavoz ha señalado que pese a que se ha renegociado la devolución del préstamo para este año, esto “no supone un cheque en blanco”, y “mucho menos vamos a permitir que no se respeten las condiciones de los pactado”.
En este sentido, aseguró que desde el PSOE “estaremos muy vigilantes y no aceptaremos de ningún modo un Plan de Ajuste que no respete las cuestiones que se han puesto encima de la mesa”.
Al mismo tiempo, insistió en la “buena voluntad” de la Junta de Andalucía que pese a contar con un acuerdo “pactado y firmado por Ángeles Muñoz”, ha decidido por el futuro de este municipio “volver a tender una mano a Marbella y San Pedro”, como ya hizo cuando se disolvió el Ayuntamiento y las arcas municipales tenían unas condiciones “inviables”.
El viceportavoz también ha querido recordar que este acuerdo ha sido posible gracias a la labor de los trabajadores municipales y a los grupos de la oposición, ya que la intención de la alcaldesa era “aprobar el plan de ajuste tal y como estaba redactado, sin haberlo negociado previamente y sin buscar soluciones alternativas a los recortes”.
Ricardo López ha recordado también que la alcaldesa, Ángeles Muñoz, se comprometió con los trabajadores a que los trabajadores no se verían afectados en las medidas del Plan de Ajuste, si había renegociación con la Junta de Andalucía sobre las condiciones de devolución del préstamo de 100 millones de euros.
Así, López ha manifestado que pese a que la primera edil se negó a firmar por escrito este acuerdo con los sindicatos, sí lo hizo verbalmente y de forma explícita, de forma que “de momento, confiamos en que cumpla”.
El viceportavoz socialista ha señalado que fue el propio equipo de Gobierno, y concretamente la alcaldesa, la que en reiteradas ocasiones ha condicionado el futuro de los trabajadores a la renegociación de la deuda, de manera que ahora “esperamos que su palabra haya sido sincera”.