La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantendrá activada hasta la medianoche
la alerta naranja (riesgo importantes) por fuerte oleaje en todo el litoral malagueño. El viento del este puede alcanzar fuerza 7 a 8 y olas de 4 a 5 metros.
Además, también hay
alerta amarilla por viento, con rachas que podrían alcanzar los 70 kilómetros hora, límite que se ha superado.
La mañana ha sido complicada en el litoral de Marbella por la coincidencia del
máximo oleaje previsto y de la pleamar.
La fuerza de la naturaleza, el
cambio climático y el aumento del nivel del mar están detrás de estos episodios, más allá de que se construyan o no espigones.
Muchos
chiringuitos han sufrido daños, golpeados por las olas, mientras las playas se han quedado, una vez más, sin arena.
Un chiringuito al que ha llegado el agua en la playa de La Venus de Marbella. (Foto: J.C.A.)
Ha habido destrozos en puntos de los paseos marítimos y también
zonas residenciales inundadas en Puerto Banús, junto a Río Verde, y en San Pedro Alcántara.
El
fuerte viento, con rachas que han alcanzado a media mañana los
84 kilómetros por hora, según la AEMET, ha originado la caída de palmeras.
El espectáculo del oleaje se ha convertido en un atractivo turístico, con muchas personas tomando fotos y grabando con sus vídeos en las playas más céntricas de Marbella.
Además, han sido muchos
los surferos que han cogido la tabla y se han lanzado al mar ante olas que es difícil ver en Marbella.
Surferos en las playas del centro de Marbella. (Foto: J.C.A.)
Desde el Ayuntamiento aún consideran precipitado hacer un
balance de los daños, aunque se prevé que sean importantes, tanto para el mobiliario urbano como para los establecimientos de playa.
De momento, el temporal ha servido a la
alcaldesa, Ángeles Muñoz, para arremeter contra el Gobierno de forma oportunista y reclamar los espigones que durante 7 años no hizo Mariano Rajoy.