La
congelación de óvulos o del esperma antes de iniciar un tratamiento contra el cáncer se convierte en un seguro para los pacientes jóvenes que quieran afrontar la creación de una familia tras superar esta enfermedad.
Según explica el ginecólogo de
FIV Ochoa,
Luis García, “los cánceres más habituales entre la población joven son los hematológicos y el de mama".
"La quimioterapia y la radioterapia en estos casos pueden dañar las gónadas, por lo que sería recomendable que antes de iniciar los tratamientos los pacientes criopreservaran sus óvulos y espermatozoides para poder recurrir a ellos en el momento de formar una familia”, añade.
La autodonación de
óvulos garantiza una tasa de embarazo del 70%.
De este modo, una vez finalizado el
tratamiento oncológico, los pacientes podrían recibir una “autodonación” que garantiza una tasa de embarazo del 70% en aquellas mujeres que han congelado entre 10 y 15 óvulos antes de enfrentarse al cáncer.
Los hombres pueden conservar su material genético de manera inmediata, mientras que las mujeres requieren un periodo de entre 10 y 12 días para proceder a la estimulación a través de medicación.
Según explica el ginecólogo de FIV Ochoa,
Juan Manuel Marín, “el retraso de esos días no va a afectar al resultado final del tratamiento oncológico” por lo que considera fundamental “insistir en informar a los pacientes antes de iniciar la quimioterapia o la radioterapia sobre lo oportuno de proceder a preservar su fertilidad”.