En el mundo de la política, la transparencia debería ser una obligación, algo irrenunciable, cuando se está al frente de una institución pública.
Desde luego no ha sido el caso del Ayuntamiento de Marbella durante
los 14 años que lleva como alcaldesa Ángeles Muñoz.
Por ello, no sorprenden mucho algunos de los asuntos que hemos venido conociendo desde que estalló todo
el escándalo en torno a la regidora, con sus familiares más cercanos, marido e hijastro, acusados de narcotráfico y blanqueo.
Así hemos conocido
la cara oculta de la regidora en toda esta trama, aunque seguro que todavía queda mucho por saber.
Nos referimos a la existencia de
una cuenta de correo electrónico B y de la utilización también de una línea de teléfono segura.
Por informaciones de "elDiario.es" conocimos la cuenta
'[email protected]' que parecía estaba destinada a asuntos que no se podía tratar con la corporativa, de extensión "@marbella.es".
Con ese mail B, cuya existencia
no ha negado, ni tampoco que no fuera suyo, gestionó el proceso para
adjudicar unas obras en la avenida Manolete de Nueva Andalucía.
Según este digital, su marido, el empresario sueco Lars Broberg, ahora imputado por blanqueo, le hizo llegar por esta vía
un presupuesto de la empresa Codecosol, señalada por el juez como un instrumento para el lavado de dinero.
Muñoz le remitió esa información al concejal de Obras y, poco después, se
adjudicaron en un procedimiento a dedo a la citada mercantil.
Es un asunto que todavía no ha aclarado la regidora, que se escuda en que esos
correos son privados, pese a que ellos se están tramitando unas obras públicas.
¿Para qué necesitaba la alcaldesa esa cuenta de correo B? ¿Era habitual que a través de ella
su marido le hiciese llegar asuntos de este tipo?
¿Consideraba
poco discreto el mail corporativo del Ayuntamiento? ¿Qué intervención tenía
Lars Broberg en la adjudicación de obras?
Teléfono seguro
A la existencia de ese correo electrónico se unió el pasado viernes la información de "Nius Diario" sobre
un teléfono móvil de seguridad que utilizaba Muñoz.
Según este digital, Lars Broberg habría recibido
un "chivatazo" sobre los pinchazos teléfono de la Policía y habría advertido a su hijo Joakim.
Por ello, para el contacto constante entre padre e hijo sobre sus presuntas actividades delictivas utilizaban un teléfono que Joakim
tenía dado de alta en Estonia.
“En la mayoría de las ocasiones la que
se pone al teléfono es su esposa, María Ángeles Muñoz y en algunas ocasiones en llamadas directas con ella”, reflejan los informes policiales.
Los investigadores sostienen que
tanto la alcaldesa como su marido conocían que Joakim usaba de "teléfonos de seguridad", que no lo fueron tanto para la Policía.
¿Qué tenía que hablar Ángeles Muñoz con su hijastro a través de
una línea segura? ¿Por qué no podían utilizar
sus móviles habituales cuando hablaban?
Son dos muestras, bastante escandalosas, de cómo la llamada
trama sueca salpica muy de cerca a la regidora de Marbella quien, parece evidente, era conocedora de muchos asuntos.
¿Es posible que la Justicia haya pasado todo esto por alto o existe una pieza de
corrupción política en la investigación?