Tras estar quince días sin piscina, al haber concluido el pasado 30 de noviembre el acuerdo entre el Ayuntamiento y Supera, los usuarios de la piscina Salduba han podido estrenar este lunes la reforma que se ha realizado.
Han podido volver unas
300 personas (adultos y mayores) y los clubes deportivos, mientras que hasta el
7 de enero de 2025 no podrán hacerlo los niños y niñas y las nuevas plazas de adultos, entre ellas las actividades para embarazadas.
La actuación se adjudicó en el verano de 2023 a la empresa sevillana Aguas, Caminos y Puentes S.L. por
2,1 millones de euros.
El 80% ha salido de
fondos europeos EDUSI y el resto lo abona el Ayuntamiento, desde donde ahora se asegura que se han invertido más de tres millones de euros.
Pese a las excelencias de las nuevas instalaciones que ha vendido este lunes el equipo de gobierno, usuarios han trasladado
distintas deficiencias a este digital.
Obviamente, la piscina es un salto de calidad sobre la antigua, totalmente obsoleta, pero todavía hay aspectos que es necesario mejorar.
En concreto, hay solo siete duchas en el
vestuario femenino, cuando existe una gran cantidad de usuarias.
Además, también en el vestuario para mujeres, que ahora da directamente al vaso, al abrirse la puerta
se ve todo el interior, sin la necesaria intimidad.
Igualmente, quejas por la
falta de enchufes, importantes para poder utilizar el secador para el pelo.
Son pequeños detalles, que lo usuarios detectan, dentro de una obra lógicamente mucho más compleja, pero que van a generar problemas en el día a día, principalmente a las mujeres.
El concejal de Deportes,
Lisandro Vieytes, ha destacado hoy algunas de las novedades como las plataformas de flotación y otros artículos para cursos de natación (tanto iniciación como adaptado).
También se han dotado mancuernas, tobilleras lastradas, balones acuáticos y de waterpolo,
material específico para niños y mayores, material alternativo, red de watervoley, porterías de waterpolo y elementos para llevar a cabo la práctica de los partidos oficiales.
Se han incorporado
nuevas corcheras para definir bien las calles de toda la piscina, roscos salvavidas, sistemas de seguridad y material adaptado para personas con movilidad reducida, entre otros, estando también prevista la colocación de unas gradas para el público.
El Ayuntamiento anunció que la actuación arrancaba en
junio de 2023, aunque el contrato no se firmó hasta agosto.
Según el pliego de condiciones, el plazo de ejecución
era de ocho meses, aunque luego se habló de diez. Al final, ha sido año y medio.
El vaso se ha recrecido para que puedan utilizarla los
clubes de waterpolo que, si recuperan los equipos y la categoría, no tendrán que marcharse a otros municipios a jugar sus partidos como locales como han estado haciendo años.
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