Este pasado lunes, como estaba previsto, se iniciaron los trabajos para la remodelación de estas dos calles en el centro de Marbella, que se prevé duren al menos ocho meses.
Solo tres días antes, el viernes, vecinos y comerciantes de la zona habían mostrado su malestar por unas
obras que consideran innecesarias y que creen habría sido mejor realizar por tramos.
De momento, las primeras consecuencias ya se están palpando y es que toda la zona del Francisco Norte se ha convertido en
una ratonera para el tráfico.
La
avenida Antonio Belón se ha cortado desde la confluencia con Notario Luis Oliver, por la que se obliga a subir a los automóviles, generando el tapón al llegar a Alonso de Bazán, junto a la sede de Urbanismo.
Bajar por Ramiro Campos Turmo, por tanto, no sirve para nada, porque el camino es obligatorio de nuevo hacia la avenida Ricardo Soriano.
Cartel que anuncia el corte en la calle Antonio Belón y el giro obligatorio. (Foto: J.Z.)
Esta mañana, según han relatado vecinos a
Marbella24horas, se ha producido incluso un incidente ya que algunos conductores querían avanzar hacia el parque de la Constitución y han tirado una valla.
Un camión que iba hacia las calles en obras ha quedado bloqueado y ha tenido que actuar la
Policía Local, e incluso un coche de la
Policía Nacional, según estas fuentes.
Mientras tanto,
crece el malestar entre los comerciantes, que soportan ya las obras, y también el de los vecinos, tanto los que tiene garajes como a los que utilizaban la zona verde, a los que no se termina de aclarar el ofrecimiento de aparcamientos en Plaza del Mar.
Esta mañana se ha cortado las ramas de los árboles en Virgen del Pilar. (Foto: J.Z.)
Por otro lado, se prepara
una nueva tala de árboles en ambas calles, que cuenta en total con más de dos docenas de ejemplares.
Esta mañana han sonado ya las motosierras para ir cortando ramas, que es el paso previo a la desaparición de los árboles.
Al tiempo, las fresadoras están ya
levantando el asfalto y, por el momento, hay movilidad peatonal por las aceras.
Solo basta con dar una vuelta por la zona, hoy bajo la lluvia, para comprobar, hablando con vecinos y comerciantes, el cabreo que existe.
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