La licitación de las obras se puso en marcha el pasado 30 de diciembre y el plazo para la presentación de ofertas concluirá el 25 de enero.
A partir de ahí pasarán al menos dos meses hasta que se puedan iniciar las obras, que después durarán
ocho meses, según el pliego de condiciones.
Por lo tanto, como mínimo
hasta finales de año no podrán volver ni los clubes ni los usuarios de las actividades acuáticas que organiza el Ayuntamiento.
Estos últimos han sido acomodados en la
piscina privatizada de Miraflores, mientras que sobre los equipos de natación y waterpolo aún no se conoce su destino.
A la actuación que se va a acometer se destinan
2,1 millones de euros, una cantidad que sale de
fondos europeos en un 80%.
Por lo tanto, el Ayuntamiento de Marbella solo va a invertir
420.000 euros, mientras que los otros
1.680.000 euros provienen de la estrategia EDUSI de la Unión Europea.
Las obras no van a suponer que en la piscina se puedan jugar encuentro de competición en categoría sénior, sino que se va a actuar en materia de
eficiencia energética.
Para ello, se va a dotar de una
nueva cubierta, con un sistema de acristalado que permita el mantenimiento de la temperatura interior y evite las fugas y las entradas de aire frío y caliente.
En la línea de sostenibilidad que requiere la utilización de los fondos europeos, se crearán nuevos
vestuarios climatizados y se instalarán dos unidades de deshumectadoras con recuperación térmica.
La renovación del agua de la piscina se hará mediante un intercambiador y también se prevé
la construcción de un aljibe para el almacenamiento de esa agua renovada y su posterior uso para el riego o baldeo de las calles.
Problema de condensación
El
pasado 7 de noviembre, la Delegación de Deportes informaba a los usuarios de que se interrumpían, hasta nuevo aviso, las actividades acuáticas.
"El motivo era la realización de
trabajos de mantenimiento y de control de parámetros", señalaba el concejal de Deportes, Manuel Cardeña.
Diez días más tarde, se les comunicaba que
estaban negociando con el Centro Supera Miraflores para trasladarles allí y usar estas instalaciones.
Los interesados podían solicitar el cambio o la devolución del dinero que habían pagado.
El cierre solo afectó a las personas mayores y a las que acuden a hacer deporte como hábito para mantenerse en forma,
no así a los clubes deportivos, que siguieron en la instalación.
El caos generado por Cardeña le llevó a recular y anunció la
reapertura de la piscina el 28 de noviembre porque, según dijo, ya estaban resueltos todos los problemas.
Pero los usuarios siguieron quejándose y mostrando su malestar por los problemas de condensación, por lo que el
19 de diciembre se volvió a
cerrar la instalación.
Sin embargo, la piscina ha
seguido en funcionamiento hasta el punto de que en los primeros días del año se ha celebrado el
torneo de waterpolo TEWAN.
Todo apunta, por tanto, a que la instalación estará cerrada como mínimo un año, ya que las obras se supone que comenzarán en primavera.
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