Los datos sobre delincuencia que facilita el
Ministerio del Interior se mantienen bastante estables en el municipio, con oscilaciones mínimas arriba o abajo.
En la última entrega del
Balance de Criminalidad, de enero a septiembre de 2024, se percibe una tendencia a la subida, que invierte la tendencia de trimestres anteriores.
En concreto, en Marbella se produce
un aumento de 2,3% en los ilícitos penales durante los nueve primeros meses del año respecto a 2023.
Bajadas
Analizando las cifras, la parte más positiva, sin duda, es el descenso del 28% en las
agresiones sexuales con penetración, que pasan de las 28 del mismo periodo del año pasado a las 20 del actual.
Esto es importante porque las violaciones se habían disparado en el municipio. No se puede olvidar que
2023 se cerró con un 87% más que en 2022.
Ahora, por fin, los datos van cayendo, aunque todavía
es insostenible que se haya contabilizado una veintena de agresiones sexuales con penetración.
Destaca también el descenso en los
robos con violencia e intimidación (-14,6%) y los
robos con fuerza en general (-8,7%).
Además, caen un 8,1% los
robos en domicilios, aunque son 434 los que se contabilizan en esta estadística.
El Balance de Criminalidad también recoge que en estos tres trimestres no se ha producido ningún asesinato, ni consumado ni en grado de tentativa.
Este dato llama la atención ya que en primavera hubo
una oleada de tiroteos en la que, evidentemente, se intentó matar a personas.
Subidas
Bajan las violaciones pero, sin embargo, suben un 31,1% el
resto de delitos contra la libertad sexual en el municipio (agresiones sexuales sin penetración, acoso sexual, exhibicionismo, etc).
Es el aumento más preocupante del informe, que hace que los delitos contra la libertad sexual en general suban un 8,2%.
También vuelven a subir los
hurtos (2%) y las
sustracciones de vehículos (6,2%).
En la misma línea, hay un 10% más de ilícitos vinculados al
tráfico de drogas y un 9,7% los delitos de
lesiones y riña tumultuaria.
Como es habitual, también continúa al alza la
ciberdelincuencia, aunque se frena la subida de las estafas infórmatícas, que crecen solo un 2%.
