Fue en 2004, bajo el Gobierno de José María Aznar cuando se concedieron licencias para realizar prospecciones frente a la Costa del Sol. Durante el mandato de Zapatero se prorrogaron y ahora, con Rajoy, se han ratificado para que comiencen en febrero de 2013, cuando Repsol instalará una plataforma de prospección frente a las costas de Marbella.
Esta medida no ha sentado nada bien a los socialistas malagueños que han emprendido una serie de acciones que pasan por distribución de folletos informativos y por reuniones con asociaciones y colectivos turísticos, de la pesca o ambientales. Además, este sábado lanzaban una campaña en Twitter, donde a las 12:00 de la mañana el secretario general de Marbella, José Bernal, lanzaba el siguiente mensaje “Quiero que mis hijos disfruten de las playas que yo he disfrutado, de la Costa en que vivo: Señores del PP, lo tenemos claro #noalasprospecciones”, con el hastag que está siendo utilizado para mostrar el rechazo.
En la misma línea se manifestaba la edil Isabel Pérez que difundía el siguiente mensaje en la red social “Queremos seguir siendo la Costa del Sol, no la Costa del Gas”. Por su parte, el secretario de Organización de las Juventudes Socialistas de Marbella, Adrián Sánchez-Acevedo se hacia la siguiente pregunta “De chico nadábamos hasta las torretas de la playa del cable ¿mis hijos echarán carreras hasta las torres petrolíferas?”.
A ellos les siguieron otros mensajes del PSOE de la Costa, como el secretario general de Fuengirola, Javier García León; el de Torremolinos, José Ortiz; la parlamentaria por Málaga, Remedios Martel; o el secretario de Política Municipal del PSOE de Andalucía, Francisco Conejo.
Junto a ellos ciudadanos particulares, que difundían mensajes en los que recordaban que el turismo emplea a 200.000 personas en la Costa del Sol, advertían además del peligro que supone para los caladeros de pesca o sobre las consecuencias para el medio ambiente que tendrán las prospecciones.
Al mismo tiempo, y al suponer el ejemplo más cercano, también se difundieron mensajes en los que se recordaban las consecuencias que tuvo el derrame del petróleo del Prestige en la Costa da Morte; y de ciudadanos que veranean en la Costa y que, según expresaban, querían seguir haciéndolo en el futuro en las mismas condiciones.
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