Desde finales de junio, Luis Miguel ha recorrido
ciudades españolas como Córdoba, Sevilla, Pamplona, Murcia, La Coruña, Cádiz y Valencia.
También ha ofrecido dos conciertos en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid y otros dos en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
En Marbella, en un recinto más pequeño, ha ofrecido
tres actuaciones para cerrar su gira por nuestro país.
Anoche tuvo lugar el último, en una cita para la historia que nadie se quiso perder.
Llegados de todas partes del mundo,
rostros conocidos como Carlos Vives, Chucho Valdés, Stefanía Roitman, Amaury Nolasco, Valeria Mazza, Pupi Zanetti o Michael Costello, entre otros, acudieron a esta cita única en el festival.
También Margarita Vargas, Paula Echevarría, Carmen Lomana, Irene Villa, Toni Acosta, María Casado, Manuel Díaz 'El Cordobés', Blanca Paloma, Juan Peña, Marta y Jaime Martínez-Bordiú, Ana Antic, Sofía Ellar o Nuria Fergó.
Su salida al escenario, arropado por una colosal banda de músicos y tres imponentes coristas, provocó el estruendo del auditorio.
Vítores, aplausos y gritos para una de las figuras más icónicas de la
música latina de todos los tiempos.
El cantante, enfundado en un
elegante traje negro, apareció ante sus fans contorneándose seductor al ritmo del archiconocido "Será que no me amas".
Este tema, versión del "Blame It On The Boogie", original de los Jackson 5, que versionó para su disco "20 años" de 1990, es el primero que conforma el repertorio del "Luis Miguel Tour 2024".
Una gira que deriva de los récords de asistencia logrados en su paso por los escenarios en 2023; que arrancó en enero en la
República Dominicana y que está previsto termine en Toluca, México, a finales de noviembre.
Hacía
seis años que Luis Miguel no actuaba en España.
Enérgico, entregado y con una voz impecable, cerró su trilogía en Marbella con la interpretación de una completa y ovacionada playlist, que conmemora sus ya más de cuatro décadas de trayectoria musical.
Ofreció temas como "Amor, amor, amor", "Suave", "Dame" o "Amor, amor, amor".
Ritmos irremediablemente bailables y letras muy conocidas con las que logró la entusiasta participación del público.
El lujo de disfrutar en vivo del venerado cantante se corroboró a lo largo de todo el show, siendo su paso por
los boleros uno de los tramos más esperados.
"Por debajo de la mesa", "Solamente una vez" o "Somos novios" formaron parte de los medleys de este romántico género, con los que demostró su habilidad para emocionar.
Pop, boleros, y llegó el turno de otra de sus admiradas facetas, la de crooner. La tecnología permitió anoche que el mexicano interpretara dos excelentes duetos.
El primero, y con
Michael Jackson en la pantalla, fue "Sonríe"; y el segundo, y tan o más aplaudido, "Come Fly With Me", junto a Frank Sinatra.
Para continuar con el hilo melódico, un popurrí de
eternas baladas como "Un hombre busca una mujer", "Tengo todo excepto a ti" o "Entrégate".
Y lo siguiente, un punto de inflexión, el sonido inconfundible de unos alegres Mariachis cautivó a los presentes.
Su presencia en las tablas del auditorio supuso un respiro y un cambio de ropa para el artista, quien, hasta entonces, sudado por lo ofrecido, pero impoluto por maestría y disciplina, no había hecho ni una mínima pausa.
Aunque, por encima de todo, las guitarras y las trompetas de la banda mexicana dieron
paso a rancheras que, como "La Bikina", Luis Miguel incorpora en sus directos a modo de lindo homenaje al folclore del país en el que inició su excelsa carrera musical.
Y, para terminar, lo que no podía faltar. Esos himnos que, desde los inicios, allá en la fructífera década de los 80, le catapultaron a lo más alto.
"La incondicional", "La chica del bikini azul", "Isabel" o "Cuando calienta el sol", la última canción que se escuchó, fueron un digno colofón para el sublime concierto con el que el 'Sol' de México
se despedía de España:
"¡Marbella!", gritó al cierre.