Pocas personas en la historia de Marbella han conseguido levantar tantas buenas palabras como Manuel Lavigne Roldán. Uno de los marbellíes más importantes para el desarrollo del municipio en los últimos 40 años y que por fin ha tenido este mediodía un merecido reconocimiento y homenaje. Desde hoy 24 de diciembre de 2012, el parque Miraflores pasa a llamarse parque Manuel Lavigne Roldán.
Excepcional también ha sido que el bueno de Manuel Lavigne consiguiera poner de acuerdo a toda la corporación municipal que aprobó por unanimidad conceder su nombre a este parque. La alcaldesa, Ángeles Muñoz, ha afirmado que "todos coinciden en que Manolo era una persona excepcional". Y tenía que serlo cuando todos los concejales del equipo de Gobierno y prácticamente todos los de la oposición han querido estar en este homenaje.
Sin duda los que más felices se mostraban por este merecido tributo han sido los familaires y amigos de Manuel Lavigne. Sus hijas, hijo, nietos y nietas han querido estar en este momento para recordar la memoria de su padre y abuelo. También buenos amigos de Manolo, como todos le conocían, no han dudado en pasar por el parque para, de alguna manera, darle las gracias por su amistad y por todo lo que hizo por Marbella.
Uno de los nietos de Manuel Lavigne, Álvaro Cabreja Lavigne, ha querido tener unas palabras de reconocimiento hacia su abuelo, "que nos transmitió unos valores muy importantes y que siempre destacó la importancia de la amistad". Y así era él una persona con multitud de amigos, como se ha podido comprobar hoy. "La compasión, la humildad y la falta de soberbia han sido otros de los valores que nos inculcó mi abuelo", ha apuntado Cabreja Lavigne, quien ha concluido "en un día como hoy quiero dar las gracias a todos los que habéis venido y como querría mi abuelo que hiciésemos que tengamos una buena cena y estemos todos en familia".
Álvaro Cabreja Lavigne durante su intervención en el homenaje a su abuelo.
Manuel Lavigne, hijo del homenajeado, y que tiene el orgullo de compartir el nombre con su padre también tuvo unas bonitas palabras para recordarle con una comparación entre una encina y su padre. En el que se entremezclan las virtudes del árbol con las cualidades del hombre en una bonita reflexión.
La alcaldesa ha recordado la vida de Manuel Lavigne Roldán "un pilar básico en el desarrollo de Marbella y que nació en 1936 en la Plaza de los Naranjos", de ahí su implicáción para con su pueblo. Tras estudiar en los salesianos en Ronda se casó en 1958 y se dedicó durante muchos años, junto a otras conocidas familias del municipio a trabajar en el molino de aceite del Cortijo Miraflores. Abrió un supermercado y más adelante fue clave en el desarrollo urbanístico del barrio de Miraflores, donde siempre dio facilidades y ayudó a que todas las familias pudieran tener su propio hogar.
"Ayudó en la construcción de colegios y ha sido reconocido por todos las bondad que desprendía", ha resaltado Ángeles Muñoz, que también ha destacado su labor al frente de la presidencia de la Hermandad de La Soledad, la más antigua del municipio y desde donde trabajar para que no se perdiera la Semana Santa marbellí.
Un reconocimiento más que merecido para Manuel Lavigne Roldán que desde el 24 de diciembre de 2012, los marbellíes que se acerquen al antiguo parque Miraflores podrán recordarlo.
Familiares, amigos y políticos no quisieron faltar a este tributo.