La plaza de la Iglesia, junto a la muralla del Castillo, ha sido el lugar elegido de nuevo para la representación central, que después ha tenido continuidad en la plaza de Los Naranjos.
Los actos los ha organizado el
Instituto Fernando El Católico, que ha ofrecido al público todo tipo de detalles sobre cómo fue la campaña militar del rey desde la toma de Ronda y la posterior de distintas localidades en la costa malagueña.
Sobre las 11:30 horas se ha iniciado
la marcha del rey a caballo, desde la calle Salinas para llegar por Trinidad hasta la plaza.
Allí, se han escenificado las negociaciones entre
Pedro de Villandrado, conde de Ribadeo, en presentación del rey católico, y el alcaide musulmán de Marbella,
Mohammad Abuneza.
Las negociaciones entre el conde de Ribado y el alcaide musulmán de Marbella.
La rendición se produjo sin derramar sangre. Los musulmanes debían marcharse, aunque podían
refugiarse en las alquerías cercanas, según se ha explicado.
Igualmente,
los gomeres, soldados de tribus del norte de África que luchaban por el Corán, debían abandonar Marbella desarmados.
Tras producirse el acuerdo y
firmarse las capitulaciones, que recogían las condiciones para los derrotados, se ha procedido a la
entrega de las llaves de la ciudad.
Abuneza entrega las llaves de la ciudad a Fernando el Católico.
Desde allí, el rey su séquito se han trasladado a la plaza de Los Naranjos, donde se ha reproducido una ceremonia de
nombramiento de caballeros.
Tras un paso por la ermita de Santiago, se ha regresado a la plaza de la Iglesia para poner fin a la representación.
Allí se ha llevado a cabo la entrega a un representante del Ayuntamiento de
un ejemplar de las capitulaciones y del decreto real al Hermano Mayor de la Hermandad Romeros por el que se nombra a San Bernabé patrón.
Hay que recordar que la Marbella musulmana se rindió a las tropas de los Reyes Católicos
el 11 de junio de 1485, en un lugar situado en la actual calle Málaga, donde está la Cruz del Humilladero.
Según la tradición, los monarcas católicos
dejaron en Marbella un pendón, actualmente desaparecido y que nada tiene que ver con el que se coloca en el balcón del Ayuntamiento, que es de una época posterior.