La comparecencia del primer teniente de alcalde y exconcejal de Industria, Félix Romero, esta mañana en el Juzgado de Instrucción número 3 de Marbella ha permitido también conocer la situación de la polémica discoteca Opium.
Era obvio que
este verano no había abierto y el motivo es que las licencias de que disponía, calificadas de irregulares por los vecinos, fueron anuladas.
Lo ha confirmado el propio Romero a preguntas de los medios tras prestar declaración como investigado ante el juez
Gonzalo Dívar.
Según ha dicho, fue en
noviembre de 2022 cuando se revocó la licencia de apertura al establecimiento y también se suspendió la actividad en el auditorio.
Con ello, el concejal ha argumentado que han actuado, pero lo cierto es que esas medidas llegaron muy tarde tras
años de protestas vecinales, que terminaron en una querella en los tribunales.
También influyó para retirar las autorizaciones, a buen seguro, el
tiroteo que hubo en julio de ese mismo año mientras celebraba su cumpleaños Froilán de Marichalar y Borbón, que fue noticia nacional.
Romero, sin embargo, ha explicado que "todo el proceso de comprobación a veces consume tiempo, pero no hay
nada extraño".
Y ha añadido que "el padecimiento de cada uno es una
cuestión muy subjetiva", en relación a las molestias causadas a las residentes en la urbanización El Real.
Denuncias vecinales
El abogado de los vecinos, Salvador Campos, ha señalado hoy que estas decisiones del Ayuntamiento les dan razón en sus reclamaciones.
Ha recordado que ya habían denunciado que se estaba
incumpliendo la licencia de apertura, que tenía el establecimiento desde 2014, para un restaurante sin música con capacidad para ocho personas.
Respecto al auditorio, el
permiso se ha suspendido porque "no solo produce molestias sonoras, sino que no cumplía las medidas de seguridad y las instalaciones no se ajustaban a la autorización".
Considera "gravísima" la situación de la zona donde se hacían actuaciones musicales. "El 18 de julio
se produjo el tiroteo y el Ayuntamiento ya comprobó que no se cumplían las medidas de seguridad, pero no hizo nada hasta final del verano", añadió.
El letrado ha recordado que no se realizó una inspección hasta "el último día de funcionamiento, el 31 de agosto de 2022".
Campos ha señalado que Opium está buscando
nuevos permisos y en marzo de 2023 solicitaron una licencia para restaurante con música, incluyendo piscina y zona de hamacas.
Según ha explicado, este pasado verano, se les otorgó la
calificación ambiental, pero después se cambió a restaurante con música, una actividad que "no era la inicial".
También ha hablado de la necesidad de un informe de la
Demarcación de Carreteras sobre la no afección al tráfico de la actividad.
Por el momento, Opium no ha funcionado este verano, aunque el temor de los vecinos es que la
actividad se retome, situación ante la cual esperan que se cumpla con la normativa.
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