Muñoz ya llegó a las municipales de 2015 en una situación muy difícil y perdió la alcaldía de Marbella. Entonces tenía dos concejales imputados, había saltado el escándalo de su inversión en Luxemburgo, ya había dudas sobre su patrimonio, y quería hacer una estación de autobuses frente a un colegio.
También quiso hacer
rascacielos, generando hasta el rechazo de la duquesa de Alba, y principalmente quiso regalar
170.000 metros cuadrados de terreno a Benahavís.
Es difícil establecer comparaciones, pero parece que ahora sus problemas son todavía mayores.
Todo comenzó el
23 de octubre de 2022, cuando "elDiario.es" publicó que el marido de la alcaldesa,
Lars Broberg, estaba acusado de pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales y su hijastro,
Joakim Broberg, de estos mismos delitos más el de narcotráfico.
No fue ninguna invención, sino la conclusión a la que había llegado el
juez García Castellón, de la Audiencia Nacional, tras una investigación declarada secreta.
Pidió
25 millones de euros de fianza para el marido de Muñoz, cuyo mal estado de salud hizo que la causa se paralizara contra él. Falleció a primeros de marzo de 2023.
A partir de esa información se destapó la caja de los truenos y se fueron sucediendo las
informaciones comprometedoras sobre la alcaldesa de Marbella, que daban la vuelta a España.
Se conocieron informes policiales que recogían escuchas telefónicas en las que, por ejemplo, Joakim Broberg pronunció la célebre frase "tenemos Marbella, Estepona, tenemos básicamente
toda la jodida Andalucía".
Indicios de corrupción
Mientras investigaban una trama de narcotráfico y blanqueo, los policías detectaron
indicios de corrupción en el Ayuntamiento de Marbella, que plasmaron hasta en tres informes que fueron ignorados por los jueces.
Nunca se abrió una pieza separada pese a que se citaban presuntos delitos como
tráfico de influencias, cohecho o prevaricación.
Señalaban que el hijastro de la alcaldesa "trataba el Ayuntamiento
como si fuera propio" o que tenía contactos para acceder a información urbanística.
Los escándalos eran prácticamente diarios y Muñoz se vio acorralada y puesta
en cuestión por su propio partido, que no terminaba de defenderla públicamente, aunque al final la ratificó como candidata.
Patrimonio millonario
Una información de "elDiario.es" situaba en
12 millones de valor mercado el patrimonio de Ángeles Muñoz, que después se conoció que había ido aumentando, mientras ella lo ocultaba ante el Senado y el Ayuntamiento.
Desde la Cámara Alta se abrió
una investigación parlamentaria para aclarar qué había ocurrido y cuál era el origen de las propiedades de la alcaldesa y senadora.
Se le pidió que
compareciera para dar explicaciones, pero no quiso, al igual que tampoco las dio en un pleno extraordinario del Ayuntamiento forzado por PSOE y OSP.
A día de hoy, Muñoz
mantiene oculta en sus declaraciones de bienes una sociedad sueca (LGSB Holding) con la que tiene una vivienda en Nueva Andalucía en la que hizo
obras ilegales.
Vínculos con el Ayuntamiento
La alcaldesa siempre ha negado
vínculos del Ayuntamiento con la trama sueca, pero hay dos muy evidentes que nunca ha reconocido.
Por un lado, los
contratos municipales que firmó por más de 600.000 euros
con la empresa Codecosol, acusada por el juez García Castellón de ser una tapadera para el blanqueo por parte de los Broberg.
Por otro lado, la
imputación de un policía local, que fue escolta de Muñoz, acusado de facilitar información reservada a Joakim Broberg.
Este agente, en sede judicial, dijo que todo lo hacía "bajo las órdenes" de la alcaldesa y con su conocimiento.
En el comienzo de la campaña electoral salieron a la luz algunas de las
grabaciones de la Audiencia Nacional en las que se escucha a la alcaldesa cerrando una reunión con su hijastro para que el concejal Félix Romero se reuniera con un empresario ruso.
También hemos escuchado al concejal de Seguridad Ciudadana,
José Eduardo Díaz, decirle al presunto narco que lo iba a cuidar "como siempre".
Y, sobre todo, una conversación con el edil de Obras y Limpieza,
Diego López, en la que llama "hermano" a Joakim y le pide que no le cuente nada por teléfono para verse mejor en persona. Deja a entender que sabe que los estaban escuchando.
Así llega Ángeles Muñoz a las elecciones de este domingo, salpicada por una trama que, por más que ha pretendido ocultarla, ha estallado a nivel nacional y ha dañado la imagen de Marbella.
Su estrategia ha sido
aparentar normalidad, como si nada ocurriera, y aferrarse al cargo, en el que quiere repetir otros cuatro años.