Nacen 31 crías de tortuga boba tras la eclosión del nido protegido en Marbella

Este martes han nacido un total de 31 tortugas bobas en Marbella tras la eclosión del nido protegido desde hace casi dos meses por el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y la asociación ProDunas, que contaba con 69 huevos.

Las crías se suman a las 8 que permanecían en incubadora en Bioparc Fuengirola, por lo que ya hay un total de 39 que se encuentran en el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz (CEGMA) de Algeciras y se espera que nazcan más ejemplares en las próximas horas.

Se les ha realizado un primer chequeo, biometría, pesajes e identificación individual, y a las del nido se les ha introducido ya en el agua, donde han mostrado una buena natación general, mientras que las de incubadora permanecerán en seco al menos un día más.

Tanto las administraciones como los colectivos implicados han trabajado de manera conjunta, desde el pasado 8 de julio, para que hayan podido nacer estos ejemplares de tortuga caretta en la playa de Nueva Andalucía, junto al hotel Guadalpín Banús.

Desde el Consistorio se ha aportado todo el material necesario para el operativo, como las carpas, mesas, luces para los voluntarios nocturnos, el vallado de seguridad, la dotación de reserva de aparcamientos en la zona para los voluntarios, además de una dotación policial.

Asimismo, la plataforma de voluntariado ha sido gestionada por ProDunas.

Este es el cuarto nido conocido en Andalucía en los últimos 15 años, aunque se trata de un fenómeno creciente ya que solo en 2023 se han registrado 23 nidos de esta especie de tortuga en la costa mediterránea española, siendo el único que se ha detectado en Andalucía este año.

De los 69 huevos depositados por la hembra, nueve se trasladaron a las instalaciones de Bioparc para su incubación artificial.

El resto (60) han permanecido durante estos días de incubación en su nido original, siendo en todo momento vigilados por voluntarios organizados por ProDunas.

Las crías permanecerán en cautividad durante al menos un año en el CEGMA, ya que la mortandad de neonatos de esta especie está por encima del 95 por ciento, asegurándose de esta forma la supervivencia de las mismas de forma muy significativa.

Una vez que pasen los primeros meses bajo supervisión veterinaria en este centro, un porcentaje se trasladará al Acuario de Sevilla, con la idea de que la crianza se realice de forma separada en dos espacios distintos, maximizando la supervivencia de los animales.

Finalmente, en el verano de 2024 volverán a su medio natural, esperando a que una vez adultas estas hembras vuelvan a elegir a las playas de la costa malagueña para sus puestas.

Esta especie siempre vuelve a sus playas de nacimiento para reproducirse, un fenómeno que se llama filopatría.