Para su justificación, la asociación se ha basado en el informe elaborado
ad hoc por el historiador y doctor en Historia del Arte, Francisco Javier Moreno, fruto de su investigación histórica sobre el origen de este parque.
Según este informe, que forma parte de la solicitud para que sea
Lugar de Interés Etnológico, este parque suburbano es una parte de un bosque de plantación de pino real, sembrado en 1784.
A lo largo del siglo XIX gracias a su consolidación, crecimiento de los pinos y cuidados se convirtió en una de la principales, sino la principal
zona de esparcimiento lúdico de la población.
Allí se celebraba “La Gira”, un encuentro festivo que se celebraba el último día de las fiestas patronales de San Bernabé; y que, en el siglo XX, una parte de lo que quedaba de bosque fue delimitada y convertida en
campamento nacional del Frente de Juventudes, lo que supuso la consolidación como parque tras la recuperación de la concesión por el Ayuntamiento.
Actualmente es un parque con
distintos usos deportivo, de ocio y hostelero que apenas dejan espacio para la conservación de estos pinos reales.
Numerosos añadidos (caminos de piedra, vallas metálicas y de obra, señalética, barbacoas con chimeneas, junto a zonas abandonadas) muestran, según Marbella Activa, un "panorama general confuso y con
una imagen inadecuada pese a su relevancia patrimonial".
Consideran que las acciones de protección del patrimonio cultural pasan no solo por mantener la integridad del objeto de conservación, sino también la de
crear un entorno adecuado y también fomentar los usos acordes con el destino para el que fue creado originalmente.
Para ello, se recomienda una intervención decidida, cierto grado de
protección patrimonial junto con un plan especial en el que prime el mantenimiento adecuado de los pinos reales y la eliminación de todos los añadidos nocivos.
Es
un hecho excepcional que en un espacio tan transformado desde mediados del siglo XIX hayan sobrevivido tan amplio número de ejemplares, señalan desde Marbella Activa.
Este pequeño bosque es de gran singularidad no solo por
la antigüedad de los pinos, sino también porque ahora se conoce su historia lo que le otorga personalidad y excepcionalidad.
La propuesta destaca la gran significación patrimonial porque pese a tanto
maltrato y amenazas han tenido la suerte de permanecer indemnes y ahora precisan del mayor de los cuidados.
Estas son parte de las razones esgrimidas en dicha solicitud por las que desde
Marbella Activa se ha pedido su inscripción en el Catálogo General de Patrimonio Histórico como Lugar de Interés Etnológico.
Además, Marbella Activa ha dado traslado de la solicitud a la
Delegación Municipal de Parques y Jardines, teniendo en cuenta que en breve empezarán los trabajos de redacción de un Plan Municipal del Arbolado urbano y una posible protección de árboles y arboledas singulares.
Igualmente se ha dado traslado a la
Delegación Municipal de Cultura para su conocimiento y posibles inclusiones de este patrimonio etnológico en futuros catálogos de protección patrimonial que pudieran realizarse, independientemente de la protección que pueda dar la Junta de Andalucía.
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