Es un tiempo en el que hay que prestar especial atención al vehículo y prepararlo para que sea capaz de afrontar la inestabilidad climática sin poner en riesgo al conductor, a sus ocupantes y al resto de usuarios de las vías públicas.
Antes de que el otoño haga acto de presencia en todo su esplendor, se deberán
revisar y poner a punto los elementos de visibilidad, como los limpiaparabrisas y los faros,
el encargado de la adherencia a la pista, es decir, los neumáticos, así como
los sistemas de calefacción y aire acondicionados.
Elementos para una visibilidad óptima
Serán
los limpiaparabrisas los elementos más importantes para poder ver con claridad el lugar por el que se transita.
Para ello, habrá que
reemplazar las escobillas si no están en perfecto estado, si están rayadas o desgastadas. Así mismo, habrá que asegurarse de que el líquido utilizado sea de calidad y que el depósito esté siempre lleno.
Imagen muestra limpiaparabrisas para Toyota Yaris
Los limpiaparabrisas serán las herramientas más eficaces para luchar contra la lluvia y la nieve, garantizando una buena visibilidad en la carretera.
Los faros, delanteros, traseros y antiniebla, deberán funcionar a la perfección.
Las ópticas se limpiarán en profundidad para que la luminosidad nocturna sea la correcta.
Los neumáticos siempre en perfecto estado
Con la llegada de las lluvias, las carreteras se llenan de agua que hay que expulsar al pasar sobre ellas y evitar el efecto aquaplaning, que desviaría el vehículo y lo haría incontrolable. Para evitar esta situación,
se verificará la profundidad del dibujo, que se ajuste a la normativa vigente. Es muy peligroso rodar con las cubiertas desgastadas, ya que reducirá la adherencia sobre un suelo mojado.
Del mismo modo, habrá que
ajustar la presión de los neumáticos a las recomendaciones del fabricante. Si se conduce sin la presión correcta, el automóvil se volverá inestable, afectará al consumo de combustible y, además, se producirá un desgaste acelerado y desigual de la propia rueda.
El sistema de calefacción y de aire acondicionado
Para mantener una temperatura regulada en el interior del coche, ambos sistemas deben funcionar correctamente. Así mismo, es recomendable que los
filtros de aire y de polen se reemplacen para que la calidad del aire que se respire en el interior del habitáculo sea saludable.
Otros elementos que es aconsejable revisar
Para asegurar un otoño sin preocupaciones al volante, también habrá que
revisar la batería del vehículo realizando una prueba de carga que verifique su buen estado de conservación y funcionalidad. Si el día es excesivamente frío y la batería es débil, se podría dar el caso de que el coche no arrancase.
Los líquidos del vehículo también tendrán que ser revisados, especialmente los refrigerantes como el aceite y el líquido de frenos, rellenando los depósitos si fuera necesario.
En relación a la
suspensión, es importante localizar cualquier signo de desgaste o mal funcionamiento, ya que, si este apartado no se encuentra en buen estado, afectará a la estabilidad, especialmente en los días más húmedos del otoño.