Las labores de reforestación del terreno tras el terrible incendio han despertado el interés de mucha gente en Marbella y cerca de 200 personas se han acercado esta tarde al Palacio de Congresos para participar en estas jornadas y conocer de mano de los entendidos los entresijos de un incendio forestal y cómo se debe recuperar el terreno. Los voluntarios que han acudido no solo han escuchado las explicaciones sino que han rellenado una ficha con sus datos para que posteriormente se les pueda avisar a la hora de realizar los trabajos.
La sesión ha sido muy interesante y en ella se han explicado tanto estrategias de recuperación como de prevención por parte de los tres expertos: José Damián Ruiz Sinoga, profesor de Geografía de la Universidad de Málaga (UMA), Miguel Ángel Catalina Mimendi, director del Centro Operativo Provincial de la Junta, y Valentín Ortiz Teruel, jefe del Servicio de Gestión del Medio Natural de la delegación de la Consejería de Agricultura Pesca y Medio Ambiente.
Una de las partes más interesantes de la jornada han sido los consejos prácticos que ha facilitado Miguel Ángel Catalina para prevenir incendios. "No solo los cuerpos de seguridad y los bomberos tienen que trabajar contra el fuego, todos los ciudadanos deben tomar medidas y asegurar sus casas", dijo, al tiempo que explicó que "han ardido pisos separados de la zona forestal por la propagación de pavesas".
Sus consejos fueron claros en una situación de incendio: cerrar las ventanas, bajar las persianas y no tener en el jardín o en la terraza elementos que puedan arder con facilidad. En este sentido explicó que existe una gran error al pensar que bajando las persinas se favorece el fuego, cuando no es así. También señaló que es conveniente alejar los coches, que son fácilmente inflamables.
La jornada la abrió el concejal de Medio Ambiente, Antonio Espada, quien señaló que el espíritu del encuentro es "unir a todos los que quieren ponerse a disposición de las tareas de reforestación". "Entendíamos que esta labor tenía que ir de la mano de los expertos y de ahí esta jornada", añadió.
El primero en intervenir fue el profesor José Damián Ruiz Sinoga, de la UMA, que habló sobre estrategias de recuperación en condiciones mediterráneas. El inicio de su exposición fue un poco chocante ya que señaló que "la cultura del fuego es inherente al Mediterráneo y gracias a ella se ha ido consolidando su diversidad".
Sobre las tareas de reforestación señaló que el propio ecosistema se encarga de recuperarse a su velocidad, que en el caso del Mediterráneo "es muy alta". Pese a ello, señaló que "las personas también tenemos que contribuir y ayudar a que se produzca la regeneración donde es más difícil de forma natural".
Además, destacó las distintas respuestas que da el terreno en estas circunstancias. "Ya hay zonas que ya se están recuperando, pero otras no", dijo y añadió que "el ecosistema está vivo y marca sus tiempos, no debemos correr porque podemos entorpecer".
A continuación intervino Miguel Ángel Catalina, que fue la persona que coordinó todo el operativo en la lucha contra el incendio del 31 de agosto. En su exposición hizo hincapié en que en estas situaciones existe "una parte humana, no solo la forestal" y aportó un dato clarificador sobre la magnitud del fuego que asoló la Costa del Sol: "ha sido el tercer incendio más grande ocurrido en la provincia de Málaga y uno de los peores de Europa por su virulencia".
El experto recordó que ese día se daban todas las condiciones favorables para un incendio y que el estado de alerta era máximo. Catalina destacó la lluvia de pavesas como la causa de que las llamas se propagaran tan rápido y a tanta distancia. "Había viento de poniente y hubo un momento en el que entró el levante, en ese choque se produjo un torbellino, con llamas muy altas, que elevó las pavesas y en 45 minutos llegaron a ocho kilómetros de distancia", indicó.
Según explicó, el fuego saltó muy rápido a Marbella, pese a que había cierta tranquilidad porque las llamas se veían muy lejos. "Se quemó primero la zona de Elviria y desde ahí las llamas retrocedieron hacia Ojén", añadió.
Pasadas las tres de la madrugada, apuntó, el viento cambio a un levante continuo lo que propició que "bajara la altura de las llamas, se acabó la lluvia de pavesas y ahí se pudo abordar el fuego". Otro dato destacado que aportó es que de las más de 8.000 hectáreas que se quemaron, unas 5.000 ardieron a la vez.
Catalina destacó la excelente coordinación de todas las administraciones y cuerpos de seguridad, que evitaron que un incendio de esta magnitud produjera más víctimas mortales. "Con las evacuaciones hay que tener mucho cuidado, hay personas que mueren en los coches, en la Mairena se confinó a la gente en la plaza para evitar que se movieran y allí estuvieron protegidos por los bomberos", dijo.
Por último, Valentín Ortiz habló sobre la restauración forestal tras un gran incendio y resaltó que, a pesar de que se quemaron cerca de 8.300 hectáreas, "hubo muchos kilómetros que se controlaron". En la línea del profesor Ruiz Sinoga, señaló que "el fuego tiene su aspecto positivo porque contribuye a la regeneración de los ecosistemas, aunque lógicamente está el peligro para las personas".
El experto señaló que la vegetación tiene sus propios sistemas para regenerarse y destacó algunos aspectos legales como que la ley obliga a la recuperación de los terrenos forestales quemados y que en 30 años no se puedan recalificar.
En definitiva, una interesante jornada, con mucho público, la mayor parte voluntarios o miembros de colectivos que también quieren colaborar. Entre los asistentes se encontraba el director el distrito de Las Chapas, Ángel Mora, y el alcalde de Ojén, José Antonio Gómez.
El encuentro ha estado organizado por el Ayuntamiento de Marbella y la asociación Arboretum, y ha contado con la colaboración de la UMA y de la Junta de Andalucía.
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