La calle Viento supone ahora mismo un peligro importante para los transeúntes, muchos de ellos niños y niñas del cercano Colegio Bocanegra.
El trasiego es diario para atravesar
el apuntalamiento colocado en el Convento de la Trinidad sorteando los postes.
Se supone que la intención del Ayuntamiento era garantizar la seguridad, pero al no cortar la calle al tránsito, el riesgo continúa.
Otra óptica de este asunto la aportan
los vecinos que viven en esta vía en pleno Casco Antiguo.
Marbella24horas ha contactado con algunos de ellos, que aseguran sentirse muy preocupados porque tienen el peligro a la puerta de casa.
Alfonso Sánchez tiene su vivienda justo al lado de los andamios y ha explicado a este digital cómo están viviendo esta situación.
"En la calle sentimos que
estamos abandonados", señala de forma tajante y recuerda que "cuando hicieron la obra en el colegio no podíamos salir por ningún lado".
Ahora están sufriendo algo similar. "Hay una vecina, que tiene
la entrada a su casa justo entre las vigas de madera y casi no puede acceder", ha explicado.
Su principal queja es clara. "Lo que han puesto
no es nada seguro, eso lo han hecho ahí como han podido", señala.
Y añade: "queremos que pongan un andamiaje que
garantice la seguridad, porque este se puede caer en cualquier momento, y también que podamos pasar".
Este vecino ha detallado que "el otro día encontramos
latas de cervezas puestas encima de los andamios, que se han tenido que subir ahí para ponerlas".
Su caso particular, además, es complicado ya que su mujer tiene una
movilidad muy reducida. "En Semana Santa nos dejaron encerrados, si llega a tener un problema y tiene que venir una ambulancia no sé qué habríamos hecho".
Alfonso Sánchez considera que es voluntad política resolver este asunto. "En la
calle Aduar han actuado rápidamente y han puesto una protección de vigas metálicas, que está muy bien, porque tenía que pasar la procesión".
Y reclama lo mismo: "queremos que nos busquen una solución como han hecho allí".
Por último, ha lamentado la "poca preocupación" del Ayuntamiento con el
patrimonio histórico de la ciudad.
"Aquí en 50 metros hay varios edificios municipales que se están cayendo y nadie actúa", señala.
Uno de ellos es el antiguo Convento de la Trinidad, en estado de ruina pese a las promesas desde 2007 de la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, para rehabilitarlo.
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