El sueño de 30 jóvenes que acuden a diario a la zona del Campillo El Cable en Guadalmina, conocida también como el Arroyo del Chopo, es poder tener su club deportivo y un lugar propio donde entrenar y reunirse para practicar su deporte favorito, el BMX. Hace unos cuatro años, algunos de estos jóvenes comenzaron a practicar con sus bicicletas en esta zona del municipio, pero en los últimos diez meses, con la llegada de Gabi Mastragostino, la cosa se ha puesto más seria.
Mastragostino se dedica profesionalmente al mundo de la BMX y con su llegada ha sabido dar un cambio de imagen total a esta zona. Con mucho trabajo por parte de todos estos jóvenes han conseguido formar un circuito de rampas y saltos que es único por las características que tiene y que está teniendo una gran acogida.
"En España solo hay cinco o seis circuitos de este nivel y con estas características y la mayoría están en la zona de Barcelona y País Vasco", explica a
Marbella24Horas Gabi Mastragostino, quien resalta que "ya tenemos toda la documentación entregada para constituirmos como club deportivo y poder empezar a colaborar con el Ayuntamiento".
"Nosotros nos metimos aquí a practicar este deporte porque no teníamos otros sitios donde ir, aquí no molestamos a nadie ni a los vecinos ni a los del campo de golf", señala. Sin embargo, el objetivo de todos es poder tener un club deportivo que les permita crecer y organizar torneos y exhibiciones de este deporte en Marbella.
Todas las rampas y saltos se han hecho a mano.
A través de las redes sociales. el trabajo de estos jóvenes para construir con sus propias manos todos estos saltos y rampas ha sido muy valorado y son muchos aficionados a este deporte los que han pasado por este circuito para comprobarlo de primera mano.
El objetivo de este grupo es crecer y tener un lugar propio donde entrenar y organizar exhibiciones y competiciones, "queremos crecer y tenemos muchas ideas para hacerlo". Lo primero es recibir la aprobación del Ayuntamiento y poder ser de manera oficial el Club Deportivo Bikers de San Pedro y Marbella.
Este grupo confía en que cuando ya sean un club deportivo puedan contar con un espacio propio donde practicar esta modalidad deportiva, "después de lo que ya hemos trabajado aquí nos encantaría que nos dejaran poder quedarnos, además la inversión que necesitaríamos para tener este circuito en condiciones no llega a los 15.000 euros, mientras que el skate park que quieren construir en San Pedro puede llegar a costar 200.000", apunta Mastragostino.
Gabi llegó hace unos diez meses y desde entonces el circuito ha crecido mucho. Este rider se dedica profesionalmente al mundo de la BMX y con su asesoramiento e indicaciones se han podido construir diversas zonas adaptadas para gente que está empezando en este mundo como para los más expertos. El trabajo para hacer estas rampas se ha hecho de manera artesanal y tal como apunta Mastragostino, "es una obra de arte hecha a mano".
Sin embargo, no está siendo fácil para este grupo de jóvenes sacarlo adelante y es que ya han sufrido el robo de sus herramientas en más de una ocasión, "tener este circuito así nos ha costado el dinero a todos, hemos comprado las herramientas, que teníamos que dejar aquí escondidas, y que nos han robado en alguna ocasión", explica también David Palomo, el deportista de BMX que más tiempo lleva montando en esta zona.
Los jóvenes practican saltos y maniobras siempre cumpliento con las normas de seguridad.
"Querríamos quedarnos aquí, no solo por el trabajo que ya hemos hecho, es que aquí tenemos sombra, y el circuito está entre árboles, lo que lo hace un sitio único, si nos dejan podríamos tener el mejor circuito de España, organizar grandes torneos y traer a mucha gente a Marbella", comenta ilusionado Gabi.
Hasta esta zona del municipio se desplazan a diarios muchos jóvenes de entre 13 y 28 años. "La seguridad es importante y por eso siempre obligamos a utilizar el casco y a ir poco a poco". Además, riders de toda España han conocido estas instalaciones a través de las redes sociales y también se han acercado para poder practicar en ellas.
Sin embargo, el día a día de estos deportistas no es fácil, "muchas veces llegamos y nos tenemos que poner a arreglar algún boquete que haya aquí y al final no montamos ni media hora". También han de regar de manera manual todos los días el circuito antes de utilizar las rampas y los saltos.
"Por aquí pasa todo el mundo y nos encontramos con gente con sus perros que hacen todas sus cosas aquí y con otros que han metido sus motos y nos han destrozado los saltos", denuncian tanto David como Gabi.
El sueño de poder tener su propio club deportivo y un circuito en el que poder montar sin miedo a que les puedan echar, es lo que más motiva e ilusiona a este grupo de jóvenes para seguir trabajando y luchando por cumplirlo.