"Hoy he vivido una de las jornadas más duras de toda mi carrera deportiva", señalaba Maté en redes sociales tras la 17ª etapa, con final en el durísimo Balcón de Vizcaya.
Y es que el marbellí está aquejado de una bronquitis desde hace varios días. Ya consiguió salvar la etapa de los Lagos de Covadonga, para enganchar después el día de descanso y la contrarreloj con la intención de recuperarse.
Pero no ha sido así y este miércoles la etapa era de nuevo de gran dureza y le ha costado llegar a meta, mientras veía cómo su rival en la montaña, el belga De Gent, se metía en la escapada del día y puntuaba en cinco puertos.
De esta forma, Maté ha cedido el maillot blanco con lunares azules que ha portado durante 16 jornadas, desde que se hizo con él en la segunda etapa, entre Marbella y Caminito del Rey.
No podrá pelearlo hasta el final, ya que su estado físico es muy precario y se centrará, como ya advirtió hace unos días, en llegar a Madrid y concluir esta Vuelta a España que estaba siendo excelente para él hasta que enfermó.
"La salud no me acompaña y ahora solo tengo en la cabeza el objetivo de llegar a Madrid", recordaba tras la etapa de este miércoles, al tiempo que agradecía el apoyo que había recibido desde las cunetas por los seguidores vascos. "Me quito el sombrero, son la mejor afición del mundo", ha dicho.
La clasificación de la montaña queda comandada por De Gent con 74 puntos, mientras que el marbellí es segundo con 64, a diez de distancia que son insalvables por la bronquitis.
Quedan cuatro etapas y quizá su prueba de fuego estará en la jornada en Andorra, el sábado, con seis puertos y la llegada en el Coll de la Gallina.