Ha tenido que esperar hasta la última jornada, en la que debía ganar al Valdepeñas para no depender de otros resultados, y lo hizo con claridad (7-2) para certificar el ascenso a la máxima categoría del fútbol sala nacional.
El pabellón Fernando Argüelles de Antequera fue una fiesta para celebrar que Málaga recupera un equipo en la élite del fútbol sala 23 años después. No era el objetivo, pero al final es lo que ha dictado la temporada para la escuadra universitaria.
A este éxito han contribuido dos marbellíes. Por un lado, el portero Salvi Bernal, que con tan solo 20 años y una meteórica carrera en este deporte, llega a la Primera División.
Por otro, el miembro del cuerpo técnico y entrenador de porteros desde la pasada temporada, Félix Ramírez, un clásico del fútbol sala marbellí, que también ha formado parte de este logro.
Salvi Bernal con su familia y Félix Ramírez (d), celebrando el logro conseguido.
Salvi ha tenido este año un papel más secundario que el anterior, cuando jugó más, ya que la llegada de Porky le relegó a más minutos de banquillo. Aún así, ha podido adquirir mucha experiencia y, además, ha jugado ocho partidos, seis de ellos como titular. Es muy joven y tiene todo el futuro por delante.
El UMA Antequera inició la temporada con una aspiración clara como era no bajar de categoría, el mismo objetivo que había logrado la campaña anterior. Pero en esta ocasión, con los refuerzos que llegaron, la dinámica fue muy buena desde las primeras jornadas y ha terminado con el pase a la división de honor.
El equipo malagueño ha quedado campeón de Segunda División con 54 puntos, uno más que el Elche, segundo, que jugara las eliminatorias por la otra plaza de ascenso junto a Brihuega, Valdepeñas y Segovia.
Con el fútbol sala prácticamente desaparecido en Marbella, al menos Salvi Bernal y Félix Ramírez saborean el éxito de la mano del conjunto universitario.
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