La marbellí Lucía Cáceres podría abandonar la esgrima

Lucía Cáceres es una joven marbellí de 16 años, estudiante de Bachiller de Bellas Artes en el IES Río Verde, que se desvive por desarrollar una pasión que es capaz de desempeñar con extraordinarias dotes: la esgrima.

Dentro de esta disciplina, Lucía fue proclamada a principios de este mes de marzo Campeona de Andalucía M20 (menores de 20 años), quedando 2ª en M17 (menores de 17 años) y 5ª en el Absoluto (todas las categorías -nivel de aspirantes a Juegos Olímpicos-), lo que la sitúa en el 10º lugar en el ranking nacional a pesar de no haber participado en todas las competiciones posibles durante la temporada 2013/2014.

Lucía practica este deporte desde hace 9 años consiguiendo aglutinar un excelente palmarés, sin embargo en estos momentos la continuidad  de su carrera deportiva peligra seriamente por causas económicas.

Esta joven entrena 2 horas al día, 6 días por semana, en el Club de Esgrima de San Pedro con su entrenador de toda la vida, el ucraniano Igor Hornayak, campeón olímpico y campeón del mundo. Objetivamente necesitaría, para aspirar a un buen posicionamiento en el ranking internacional, dos horas más todos los días, pero eso es inviable para Hornayak, quien lleva dos años sin cobrar y necesita realizar otros trabajos remunerados para poder preparar a Lucía.

Para ascender en el palmarés y poder optar a títulos nacionales, con posibilidades de llegar más alto a nivel nacional e internacionalmente, además de demostrar que vale y que tiene una importante carrera por delante –algo que está más que probado-, tiene que participar en al menos 8 competiciones anuales en España (sin contar las que por supuesto quedan descartadas a nivel internacional por falta de recursos económicos).

Cada viaje por España para competir en las diferentes ciudades tiene un coste medio de 500 euros (hoteles, comidas, transporte, etc.), a lo que se suma la equipación (cara por los enormes requisitos que tiene que cumplir), su mantenimiento y la licencia de armas. En total, el presupuesto estimado por año –muy apurado- para que Lucía pueda seguir con la esgrima es de cerca de 3.000€, cantidad que su familia tiene que asumir íntegramente ya que no reciben ningún tipo de ayuda oficial.

Para poder dar continuidad a las expectativas de Lucía, tanto a nivel nacional como internacional, sus padres están desarrollando una campaña de apoyo a través de la cual pretenden conseguir subvenciones de entidades privadas y particulares. De este modo las empresas (entidades financieras, marcas deportivas, constructoras, etc.) podrían esponsorizar (en parte o en todo) a Lucía a cambio de beneficios fiscales y publicidad.

La Real Federación Española de Esgrima, a pesar de reconocer los sorprendentes resultados y  felicitar a Lucía por su trayectoria y su palmarés, ha manifestado en boca de su secretario  general, Jesús Torrecilla Rojas, que "la situación del deporte nacional y de la esgrima en  particular, es muy precaria. Desde el año 2009 hemos sufrido la reducción de casi el 70% de  los ingresos provenientes de subvenciones y de la aportación de ADO (para los JJOO)".

Según Torrecilla, "en este momento, ni siquiera podemos hacer frente al calendario de competiciones internacionales junior, que está siendo financiado por los clubes y familiares de los tiradores/as, además de reducir el calendario internacional sénior, con el consiguiente perjuicio para nuestros deportistas, ya que puede ponerse en peligro su posibilidad de clasificación olímpica".

Es por ello que el secretario general de RFEE remite a los padres de  Lucía a la Federación Andaluza de Esgrima para intentar vías de ayuda alternativas, instancia de las que tampoco han obtenido una respuesta satisfactoria.