La que quizá es la prueba más señera del deporte marbellí, la Media Maratón, que alcanza su 35ª edición, vuelve tras la pandemia y las desastrosas ediciones de los años anteriores, 2018 y 2019.
En ambos casos, celebradas un sábado por la noche, convirtieron en
un auténtico caos la ciudad, dividiéndola en dos mitades aisladas, norte y sur.
Además, la participación fue
un auténtico fiasco y no se llegó a los 1.300 atletas en 2019 ni a los 1.500 el año anterior.
El Ayuntamiento ha intentado ahora revitalizar esta competición,
cambiando el recorrido por el paseo marítimo y llevándola al domingo por la mañana, mucho más normal.
La organización se ha privatizado y corre a cargo
RUN-On Serie y Alpa Sport y Eventos, la empresa de Pablo Vázquez y Álvaro Lucena.
Pero ni con todas estas modificaciones la carrera parece haber captado la atención de los atletas y se avecina
un pinchazo de participación.
Y es que, según los datos que facilita en su página web
Gesconchip, solo se han inscrito hasta ahora
472 personas. Quedan aún trece días.
Los organizadores se habían fijado un límite de 3.000 participantes, del que se está muy lejos.
Las inscripciones se abieron el pasado mes de julio, a un precio inicial de
22 euros, que ahora es ya de
27 euros. Son cantidades bastante altas.
La prueba se puede hacer también por relevos, con equipos de tres atletas.
La salida y llegada estará en el
arco de entrada a Marbella. Desde allí, por el paseo marítimo, se irá hasta Puerto Banús, recuperando el paso por el espigón que se había anulado en 2016.