Lolo González explica cómo fue el accidente que costó la vida a Garra

El sampedreño Lolo González ha querido explicar lo que realmente ocurrió en el trágico accidente que sufrió su compañero y amigo Juanjo Garra. Según publica El País, Lolo considera necesario que se explique al detalle en qué circunstancias se produjo el accidente y cuáles fueron los pasos seguidos para intentar salvar la vida del alpinista leridano.

En el blog de Garra se publicó que el pasado día 23, la expedición había hecho cima en el Dhaulagiri y que el accidente se produjo en la bajada de la misma cuando uno de los sherpas resbaló. Según cuenta Lolo los hechos no sucedieron así.

El día 22 a las 23:00 horas comenzó el intento de hacer cima de los equipos español, compuesto por Garra, Lolo y Keshab; indio y japonés. "En total éramos seis escaladores y seis porteadores de altura. Durante las primeras horas de la escalada, el equipo español fijamos las cuerdas de la travesía en la zona mixta de roca, hielo y nieve". "Se unieron a esta tarea los porteradores de altura de otros equipos", cuenta el sampedreño.

Trabajando en equipo a las 14:00 horas la expedición conseguía situarse bajo la cima. Durante toda la ascensión, Lolo iba informando continuamente al Campo Base por radioteléfono. "Sobre las 14 horas Enrique nos facilitó la descripción exacta de cuál era el corredor correcto para llegar a la cima. Arriba se decidió rodear hasta la arista al no disponer de cuerdas suficientes para instalar en el corredor, que presentaba una cornisa", prosigue contando el alpinista sampedreño.

Desde el bog de Garra se informó de que la caída de Keshab fraturó el tobillo de Garra, pero Lolo González desmiente esta versión: "En el último sector bajo la pared de roca, antes de girar a la derecha para remontar en dirección a la arista de cima, se produce una caída. Juanjo y Keshab se habían encordado en corto. Keshab comenzó a superar una plancha de hielo, con Juanjo siguiéndole hasta que sufrió un resbalón que arrastró a Keshab. Ambos se deslizaron pendiente abajo hasta que consiguieron parar en una zona de nieve. Juanjo se rompió, así, tobillo y peroné", apunta Lolo, que informó del accidente a las 15:00 horas.

Según relata Lolo, los grupos indio y japonés decidieron no seguir con la ascensión a la cima y emprendieron el descenso, mientras que el propio Lolo, Keshab, Juanjo y un sherpa del grupo indio se quedaron en el lugar del accidente. Juntos, intentaron relalizar varias maniobras de cuerda para devolver a juanjo hasta la huella de subida. No hubo manera de recolocar a Garra en al huella. El sherpa del equipo inidio se marchó y entre Lolo y Keshab consiguieron bajar unos metros a Juanjo. Entonces empezó a oscurecer y a nevar levemente.

Aislados a 8.000 metros, el alpinista sampedreño tuvo que tomar la difíicl de decisión de dejar a Juanjo para descender hasta el campo 3 (7.300 metros) y regresar al día siguiente con una tienda, un hornillo y combustible para fundir nieve e hidratarle y coordinar la ayuda externa para su rescate. A medio camnio del campo 3, Keshab decidió dar media vuelta y regresar junto a Garra, "creía posible cargarlo sobre su espalda y bajarlo", cuenta Lolo.

Sin visibilidad y con la huella tapada por la nieve, el sampedreño decidió vivaquear a 7.500 metros. Por la mañana, consiguió regresar al campo e iniciar las labores de auxilio que implicarían a muchas personas: cuatro sherpas, los españoles Ferrán Latorre, Álex Txikón y Jorge Egocheaga, el alemán Dominis Moller y los pilotos italianos de helicópteros Maurizio Folini y Simone Moro. "Lo que han hecho estas personas merece un monumento", resalta Lolo González en El País.

Finalmente las labores de rescate no sirvirieron para salvar a Juanjo Garra que descansará en la montaña ante la petición de su familia de no rescatar  el cuerpo. Mientras Lolo se recupera de unas leves congelaciones en el pie derecho, mientras Keshab Gurung, que arriesgó su vida por no abandonar a Juanjo Garra, se recupera también de leves congelaciones y un principio de edema cerebral.