Si algo ha demostrado como deportista Luis Ángel Maté desde que se subió sobre las dos ruedas es su interés por aceptar nuevos retos, por ponerse al límite y conocer nuevas formas de disfrutar, y en ocasiones sufrir, sobre una bicicleta.
El Lince Andaluz ha protagonizado una nueva aventura en tierras africanas al participar en la Migration Gravel Race. Una carrera por etapas de cuatro días qeu se desarrolla en las tierras salvajes de Maasai Mara en Kenia.
La ruta de 650 kilómetros discurre sobre una sola pista, senderos de juego, arcilla roja y grava áspera y dura. A una elevación promedio de 1900 metros a través de aldeas Maasai, llanuras, ríos y montañas entre las que se cruzan animales salvajes dejando postales inolvidables.
Maté, que ha vuelto a estar acompañado en una de sus aventuras por el también ciclista local Antonio Ortiz, ha conseguido terminar la prueba africana en octava posición con un tiempo final de 23 horas, 25 minutos y 44 segundos.
Maté se cruza con una jirafa durante la carrera celebrada en Kenia.
El mejor resultado del ciclista marbellí se produjo en la tercera etapa de la prueba en la que Maté concluyó en segunda posición tras un durísimo recorrido.
La victoria de la prueba ha sido para Lukas Baum con un tiempo de 21:34:15; seguido de Lachlan Morton y Tanner Visnick. En categoría femenino venció Amity Rockwell.
Una auténtica aventura que Maté ha resumido con estas palabras: "Carreteras descarnadas que te destrozan los brazos, te parten la espalda y ponen al límite tanto el cuerpo como el material. Condiciones muy duras que permiten alcanzar límites tanto físicos como del material. África enamora y te invita a volver".