La carrera gala cumple un siglo y lo hace con un inicio rompedor y es que este año se olvidan de los prólogos y se comienza la carrera con una etapa de 213 kilómetros en isla de Córcega. Esta región francesa era la única que hasta el momento no había acogido ninguna etapa en el tour y con el objetivo de aprovechar el paso de la carrera por la isla se ha desestimado realizar una etapa prólogo.
En esta primera etapa del sábado 29 de junio, los casi 200 corredores de los 22 equipos que tomarán la salida tendrán que recorrer los más de 200 kilómetros que separan Porto Vecchio de Bastia.
El marbellí Luis Ángel Maté afrontarsu segundo Tour de Francia y su tercera "Grande" con muchísima ilusión y con el objetivo de ayudar a su equipo, Cofidis, a estar en lo más alto durante la carrera. El "Lince Andaluz" tendrá el objetivo deportivo de "darlo todo para que el equipo logre meter al menos un hombre entre los diez primeros de la general".
Las dos bazas de Cofidis en este sentido son el estonio Rein Täaramae y el asturiano Dani Navarro, dos de los mejores amigos de Maté en el seno de la escuadra gala.
"Son perfectamente capaces de estar cerca de Contador, Froome y compañía en los momentos decisivos, ya lo han demostrado a lo largo del año". Completarán la alineación de Cofidis el también español Egoitz García y los franceses Jérôme Coppel, Christophe Lé Mével, Yoann Bagot, Rudy Molard y Guillaume Levarlet.
El marbellí formará en un equipo que "de alguna manera, somos el bloque que lleva toda la campaña compitiendo en las carreras importantes. En el deporte nada se puede dar por sentado, siempre hay un punto de incertidumbre, pero por fortuna tenía más o menos claro que iba a poder correr la Grande Boucle de nuevo".
Maté ha completado una buena pretemporada consiguiendo el quinto puesto en la Vuelta a Murcia y destacando en varias de las carreras que ha disputado durante el inicio de temporada. Su buen trabajo ha permitdo que Cofidis haya contado con él para participar nuevamente en el Tour de Francia donde ya estuvo a buen nivel el año pasado.
En este segundo Tour de Francia, Maté confía en ir a más tras una primera participación en la que una caída y una enfermedad le mermaron pero no fueron capaces de apearle de su camino hasta París.
"Lo del año pasado fue una experiencia agridulce. Por una parte estuvo la sensación de mala suerte, los contratiempos constantes… supongo que, de una manera u otra, tenía que pagar la novatada… Pero, por otra, lo pasé en grande y completé uno de los sueños de mi vida llegando a los Campos Elíseos. Esta vez espero no quedarme con ninguna espinita clavada. Probablemente no pueda lucirme en fugas porque el equipo me quiere al lado de Dani y Rein, pero quiero emplearme a fondo", señalaba esta misma semana el marbellí.