Este martes por la mañana, Luis Ángel Maté ha pasado de nuevo por Hospital Ochoa para tratarse de las distintas heridas que padece tras el duro golpe que sufrió este fin de semana en la primera etapa del Tour de Polonia, en una caída "con diferencia la más fea que he tenido", nos cuenta.
El Lince Andaluz destaca que "recuerdo la caída perfectamente. Íbamos muy rápido en la bajada para llegar al esprint y en medio de la curva, en mi trayectoria, había un boquete grande y salí disparado".
Maté reconoce que no ha querido ver ningún vídeo del golpe: "tengo la caída presente en la cabeza y no querido ver nada".
"Al principio todo pasa tan rápido que no te das cuenta. Lo primero que hice fue intentar incorporarme para ver que no tenía nada en las extremidades y me di cuenta de que no tenía casco", señala.
"El casco se reventó al estrellarme con el muro", prosigue el ciclista marbellí, quién apunta que "creía que no tenía nada hasta que vi la sangre".
Afortunadamente, en el golpe no perdió la conciencia y en las pruebas realizadas posteriormente se descarta cualquier tipo de problema al ser "hematomas externos".
Carreteras
Después de este accidente, Maté insiste en la importancia de que las carreteras estén en buenas condiciones para los ciclistas y que allí en Polonia "las condiciones dejaban mucho que desear para una prueba de este nivel".
La Asociación de Ciclistas Internacional, la Unión Ciclista Internacional y los organizadores son los que tienen la responsabilidad de velar por los deportistas que se juegan la vida en estas circunstancias.
Sin ir más lejos, este lunes fallecía, también en el Tour de Polonia, el corredor belga Bjorg Lambrecht.
"Eso ha sido una desgracia tremenda. Son los riesgos de este deporte y por ello, entre todos, tenemos que poner todos nuestros esfuerzos para que haya medidas de seguridad y para que los protocolos se cumplan al cien por cien", dice Maté.
Después de su accidente y de la noticia del fallecimiento del ciclista belga "te planteas muchas cosas, pero es un deporte precioso, que aporta muchísimo y en el que mandamos un mensaje muy positivo a la juventud".
Hospital Ochoa
La recuperación la está llevando a cabo en Hospital Ochoa y aunque reconoce que en Polonia "han hecho todo lo posible, nada como estar en casa y como el trato que tenemos aquí en Ochoa"
Maté ha bromeado con su cicatriz en la cabeza: "me han fastidiado la carrera de modelo" y con una sonrisa apunta a estar en la próxima Vuelta a España.
"Quedan 18 días. La cabeza está bien porque el hematoma es externo, el problema es que perdí mucha sangre y hay que descansar e intentar entrenar para llegar bien a la Vuelta", explica.
Ahora, toca esperar y ver cómo evoluciona de las heridas, aunque las ganas de ciclismo le pueden y entre risas ya comenta que "esta mañana he cogido la bicicleta en el rodillo y en cuanto me dejen los médicos saldré a la carretera".
Noticia relacionada:
- Un grave accidente provoca el abandono de Maté en el Tour de Polonia