Marino Villar vuelve a rodar tras superar una grave lesión

Los pilotos de motociclismo están hechos de otra pasta y de ello puede dar fe Marino Villar. El joven piloto marbellí ha vuelto a subirse a uno moto, apenas cinco meses después de fracturarse seis vértebras.

A mediados de febrero, Villar sufría una dura caída en la prueba que se celebrara en Sanlúcar de Barrameda. Nada más iniciar la carrera, una moto se le cruzó por delante y acabó en el suelo, pasándole el resto de pilotos.

Una caída con graves consecuencias para el piloto marbellí que sufría la fractura de seis vértebras dorsales, además de una fractura en la muñeca, un esguince de hombro y abrasión en un brazo.

Tras sufrir este duro contratiempo, Marino Villar afrontaba una larga recuperación pero con un único pensamiento en la cabeza: Volver a subirse en una moto.

A sus 15 años, el piloto marbellí ha dado todo un ejemplo de superación y, pese a haber tenido que estar dos meses postrado en una cama y otros dos con un corsé para seguir con la recuperación, ha demostrado una mente muy fuerte y una voluntad de hierro.

En primer lugar, Marino ha temrinado con buenas notas el curso, en el que ha tenido que superar diversos contratiempos, y que ha compaginado con las duras sesiones de rehabilitación.

Sin embargo, su mayor deseo era volver a montar y tras quitarse el corsé, y recibir el visto bueno de su médico, empezó a pedalear en la bicicleta antes de dar el paso de subirse a la moto.

Esta semana, Villar ya ha rodado con su máquina y su único pensamiento es poder participar en las tres últimas carreras del Campeonato de Andalucía. Sin duda un ejemplo enorme de tesón, superación y confianza en sí mismo.