A la novena etapa de la Vuelta a Portugal llegaba Luis Ángel Maté como tercero en la general
a solo 28 segundos del líder, el suizo Colin Stüssi, con todas las opciones intactas.
Ha sido
una jornada dura, con 174,5 kilómetros entre Paredes (Oporto) y Mondim de Basto, con final en el alto de Santuario de la Senhora de Graça, de primera categoría.
Por delante marchó una fuga, con el
marbellí en el grupo del líder, aunque finalmente el suizo se mostró más fuerte en las rampas del puerto.
Maté entró en meta a 2.25 del ganador de la etapa, el australiano James Whelan (Grassdrive Q8 Anicolor).
Pero, lo más importante es que
cedió 47 segundos respecto a Stüssi, lo que le lleva ahora hasta la quinta posición de la general, a 1:15.
La opciones de lograr el triunfo final se complican para el ciclista del Euskaltel-Euskadi, ya que es una desventaja importante.
La
última etapa, que se disputa este domingo, es una
contrarreloj nocturna de solo 18 kilómetros, en los que parece muy difícil poder compensar ese tiempo, aunque la última parte es en subida.
Sí es más factible para Maté
intentar subir al podio final, ya que el tercer puesto lo ocupa ahora el ruso Artem Nych
a solo 15 segundos.
El marbellí no se siente excesivamente cómodo en las etapas contrarreloj, pero se encuentra en
un excelente estado de forma y podría intentar poner el broche de oro a una gran vuelta.
La etapa de este sábado también ha supuesto que haya
cedido el maillot de la combinada, mientras Euskaltel-Euskadi pierde el liderato por equipos y ahora es segundo.