El ciclista marbellí de Cofidis, Luis Ángel Maté, valora muy positivamente su 14º puesto en la Vuelta a Cataluña. "Estoy muy contento pero no solo con la Volta, sobre todo me encuentro muy satisfecho por lo que he progresado en este inicio de temporada con respecto a 2013, en una carrera de tantísimo nivel, jamás había terminado tan arriba".
Luis Ángel Maté llegaba lleno de dudas, renqueante de una lesión, pero su carrera en la Vuelta a Catalunya fue más que notable. En un contexto montañoso en el que se citó lo mejorcito del pelotón internacional, el marbellí firmó un 14º puesto en la general final, a 1 minuto y 24 segundos del vencedor Joaquim "Purito" Rodríguez, y como tercer español de la carrera. Sólo fue superado por el catalán y por Alberto Contador.
"Estoy, evidentemente, muy contento. No sólo con la Volta, que por supuesto también. Pero, sobre todo, me encuentro muy satisfecho por lo que he progresado en este inicio de temporada con respecto a 2013. En una carrera de tantísimo nivel, jamás había terminado tan arriba. Obviamente es un aliciente extra para seguir trabajando, mejorando detalles, limando errores y creciendo como ciclista. Aún tengo margen para seguir progresando", comenta Luis.
La carrera comenzó con un primer día nervioso en Calella, y el "Lince Andaluz" volvía a notar las molestias de su dedo fisurado: "Me molestó mucho, y más con lo rápido que fuimos. En cuanto se lanzaba la carrera había que ir a muerte, apurar frenando... y me volvía a doler", explica. Tras una segunda jornada más tranquila, tocaba la parte seria. Los Pirineos.
"Me vino bien que hiciera tanto frío, así tenía anestesia natural en el dedo. El primer día, en La Molina, fuimos más despacio pero se hizo durísimo por el viento de cara, que fue brutal. Aguanté con los favoritos hasta que Froome y Contador se la jugaron, a 2 de meta. Y en Vallter...". Hizo un día de los que invitan a la épica. Suspense hasta el final, con una mañana soleada aunque algo fría, y unos elementos cada vez más crueles a medida que avanzaba la etapa.
En un puerto que ni siquiera pudo verse por televisión debido a la niebla y la nieve, Luis también estuvo casi hasta el final con los mejores. "Cedí a tres de meta. Hacía un frío horrible y caía aguanieve. La niebla estaba bajísima. Mientras los favoritos se peleaban por la etapa, yo fui remontando y acabé cerca", evoca. Terminó 14º a menos de un minuto de Van Garderen, el ganador del día.
El resto de la Volta, con un final algo más amable, le sirvió para mantener su sitio en la general hasta la jornada final en Barcelona, con el "durísimo" circuito de Montjuic: "Es todo el tiempo para arriba y para abajo. No hay llano. Con tanta agua, y la carretera sucia por tantas semanas sin llover, estaba peligrosísimo. Dani Navarro se cayó. Froome también. Se hizo la fuga y sabíamos que llegaría, y yo llevaba a mi compañero Bagot en ella. Era una etapa que me gustaba, pero al final salvé el día y volví a estar con los mejores. Se ha ido muy rápido toda la Volta. Verme ahí es un lujo", remata el marbellí.
Abril tendrá menos competición para Luis Ángel Maté. Su calendario le lleva la Route Adélie de Vitré (1.1) este viernes día 4. Posteriormente acudirá a la Flecha Brabançona (1.HC), el 16 y acabará con otras dos carreras World Tour: La Fléche Wallonne (23 de abril) y la Liége-Bastogne-Liége, el 27.
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