El marbellí Javier Mérida no solo se encarga de batir continuamente récords y registros alrededor del planeta, sino que desde hace cuatro años trabaja también en su escuela de pádel adaptado en la que enseña a disfrutar de este deporte a cualquier persona que sufra algún tipo de discapacidad.
Esta misma semana ha puesto el cierre a la cuarta temporada de una iniciativa que comenzó sin hacer ruido pero que este año ya ha contado con 60 alumnos. "Hemos ido creciendo cada año, muchos son de la Asociación Aspandem y también hemos tenido algunos de la Asociación Nuevo Amanecer de Esclerósis Múltiple", ha apuntado Mérida a
Marbella24Horas.
Divididos en varios grupos, cada uno de ellos acude una vez por semana a las instalaciones de Nueva Alcántara para disfrutar con la práctica del deporte. Javi Mérida ha explicado que "a raíz de mi accidente, el deporte me ayudó a sentirme mejor conmigo mismo y a integrarme lo más rápido posible en la vida normal y quise trasladar esta ayuda a cualquier persona que tenga alguna discapacidad".
Trabajando en club de pádel, el siguiente paso parecía claro y por eso creó la Fundación Pádel Adaptado, Escuela Javier Mérida. "Desde el principio tuvimos muy buena acogida", ha apuntado Mérida, quien ha destacado entre risas que "sobre todo por que las clases son gratuitas para todos, venga de la asociación que sea o venga por libre".
El objetivo de esta escuela de pádel adaptado es seguir creciendo "con mucho gusto acogeremos a quien quiera dar las clases para pasar un buen rato y disfrutar del deporte". El límite de este año para que no hubiera masificación estaba en los 60 alumnos, aunque para el próximo año Javi confia en volver a crecer, "estamos en conversaciones con algunas organizaciones para crecer y también me gustaría que la fundación trabaje en un club de Marbella para los que pueden desplazarse hasta aquí".
Las clases se desarrollan en el Club de Pádel y Tenis Nueva Alcántara.
Javier no solo le pone nombre a la escuela sino que se encarga de buscar los fondos necesarios para poder mantenerla. Esta Fundación sobrevive principalmente gracias a los donativos, que van principalmente para pagar al profesor de los chicos Pablo Medina. Además de Mérida, Noelia Aguilar también les ayuda continuamente tanto en la organización como durante las clases.
Las clases están abiertas a cualquier tipo de discapacidad, "aquí tenemos chicos con síndrome de down, autismo o algún tipo de inmovilidad para los que la asociación ha podido comprar dos sillas de ruedas que tenemos en el club a disposición de los que las necesiten".
Además de pasar un buen rato con el deporte "lo que más me gusta es que no están recluidos en algún sitio sino que están integrados en la vida normal del club y están perfectamente", ha señalado Mérida, quien ha añadido que "es importante que se vea todo con normalidad y cuanyo antes se haga mejor para todos".
Javi ha reconocido que "cada vez está habiendo más sitios donde se pueda jugar al pádel adaptado, lo que pasa que la mayoría de los sitios que conozco son de pago y ésta escuela es gratuita". "La manera de trabajar con ellos es diferente, hay que tener un seguimiento especial y en función de si están más o menos afectados se hacen distintos ejercicios y grupos".
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