Empresarios y directivos del sector hotelero de la provincia de Málaga han participado este jueves en el Gran Debate Hotelero, organizado por el Grupo Vía y celebrado en Les Roches Marbella, y han apostado por un crecimiento sostenible en los próximos años, en el que prime más la calidad que la cantidad. Consideran que los principales riesgos con la seguridad y la falta de control sobre la información.
En este foro se han abordado las acciones encaminadas a afianzar el modelo de éxito de la Costa del Sol así como el papel que juegan las grandes firmas de hospitality en la región y su potencial para convertir hoteles y destino en una experiencia que ayude a crear una propuesta diferencial.
En la primera mesa de debate han participado Arturo Bernal, director general de Turismo y Planificación Costa del Sol, Luis Callejón, presidente AEHCOS, José Luque, director general de Fuerte Hoteles, Sonia Tello, regional director of Business Development de Barceló Hotel Group, Fernando Al-Farkh, director general Los Monteros.
Ha coincidido en que el sector continuará creciendo, pese a que perciben un cambio de ciclo, pero apuesta más por la llegada de turistas de calidad que por tener una gran cantidad de visitantes.
Sobre las viviendas turísticas han señalado que deben adaptarse y consideran que su crecimiento termina afectando al destino, no a los hoteleros.
Conscientes de los desafíos a los que se enfrenta la marca turística de la Costa de la Sol, han insistido en que es necesario asegurar un crecimiento basado en el equilibrio.
Sostenibilidad
Así, Luis Callejón cree que uno de los mayores riesgos para el turismo en Andalucía es conseguir “la sostenibilidad, en tres aspectos: económico, social y ambiental".
El director general de Turismo Costa del Sol, Arturo Bernal, que ha confirmado que el turismo es "la primera actividad económica de la provincia de Málaga”.
Y ha asegurado que la Costa del Sol es “uno de los destinos más innovadores, sostenibles y cosmopolitas de Europa gracias al trabajo de los empresarios, profesionales e instituciones públicas de la industria turística que han sabido adelantarse a las exigencias del nuevo perfil del turista: más segmentado, en búsqueda continua de experiencias, más exigente con el entorno y conectado las 24 horas del día”.
Para Carlos Díez de la Lastra, director general de Les Roches Marbella, y moderador del debate “debemos asegurar el potencial de la Costa del Sol utilizando nuevas estrategias que transciendan de la actividad tradicional de un hotel".
"El turismo es una industria en constante cambio, y las nuevas tendencias nos obligan a reflexionar sobre la marca que queremos y podemos ser. Es imposible que un hotel de Marbella compita en precio con un hotel de Turquía; y tampoco tiene sentido. Nuestra misión debe centrarse en atraer no tanto al turista, sino al viajero que busca experiencias y que está dispuesto a incrementar su gasto”, ha dicho.
Globalización
La globalización, la tecnología, y sobre todo los nuevos perfiles de clientes han desafiado el ritmo cotidiano del turismo al que estábamos acostumbrados, y en consecuencia de los hoteles.
Según Benoît-Etienne Domenget, CEO de Sommet Education, una de las corrientes de los próximos años será el viaje transformador o, lo que es lo mismo, la evolución natural del viaje experiencial.
Los viajeros transformacionales quieren hacer algo más que experimentar un destino: aspiran a experimentar una parte diferente de sí mismos.
Una porción del negocio, aún por explotar, y que según Díez de la Lastra “es una oportunidad para los hoteleros, que buscan nuevas fórmulas para incrementar la rotación y el tiempo medio de estancia”.
“Debemos convertir nuestros hoteles en el punto de partida del viaje, adentrarnos en el “top of mind” del futuro huésped y convertirnos en protagonistas de la experiencia, y esto se consigue adoptando un rol activo y ofreciendo y promoviendo iniciativas al viajero antes de su llegada”.
Este cambio de rumbo hacia el turismo experiencial, en el que ya están trabajando muchos hoteles de la Costa de Sol, es impensable si no hay detrás no hay un equipo humano, capacitado y motivado. Es ahí donde la profesionalización de todos los implicados en la vida diaria de un hotel cobra mayor relevancia.
“La formación es una pieza clave en la construcción de destinos competitivos. Hay que mimar la calidad del servicio y para eso es esencial proteger el talento, retenerlo y aprender a motivar a los equipos".
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